07 agosto 2006
Escapes
El gas natural (es decir, el metano) es el principal competidor del carbón en la producción de electricidad. Las turbinas movidas por la combustión de metano emiten menos CO2 que las movidas por carbón (entre la mitad y dos tercios) y por eso se le considera un combustible "limpio", pero puede resultar que su uso generalizado esté ocasionando más potencial de calentamiento. ¿Por qué?. Por los escapes.
España es el país que más dinero tendrá que gastar en comprar derechos de emisión de gases invernadero si quiere cumplir el Protocolo de Kioto. Pero los políticos y los editorialistas españoles han sido (aunque ahora noto amagos de dudas) los más enfervorecidos partidarios de este chapucero tratado.
El protocolo de Kioto quiere regular fundamentalmente las emisiones industriales de CO2 (lo que afecta sobre todo a las centrales térmicas de electricidad). Aparte quedan las emisiones provenientes del transporte a las que se les invita a que se regulen ellas solas (siendo consecuentes, habría que anular los viajes en avión y repartir vales para la gasolina).
Otro gas invernadero que el Protocolo quiere regular, y del que se habla menos, es el metano.
Después del vapor de agua y del dióxido de carbono, el metano (CH4) es el gas invernadero más importante de la atmósfera. La concentración atmosférica actual del metano es de 1,7 ppm (partes por millón). Debido a su incremento desde los tiempos preindustriales —cuando la concentración atmosférica era de sólo 0,7 ppm—, el forzado radiativo medio (es decir, el aumento de la potencia de calentar la superficie terrestre) es de unos 0,7 W/m2 (la tercera parte de lo que calienta el incremento del CO2).
Molécula por molécula el metano tiene un poder de calentamiento mucho mayor que el CO2. Pero depende del tiempo que dure en la atmósfera, pues a diferencia del CO2 el metano tiene una vida corta: unos 10 años de vida media.
El problema pricipal con la regularización de las emisiones de metano es que sus fuentes son muy variadas y difíciles de cuantificar. La agricultura y la ganadería emiten anualmente 400 millones de toneladas de metano al aire. Este metano es producido por los microbios que degradan la materia orgánica. Los medios en los que actúan estos microbios son muy variados: el estómago de un rumiante (entre el 5 y el 10 % de la masa del alimento de una vaca se transforma en metano), el interior de un estercolero, un campo inundado para el cultivo de arroz o el fondo de una marisma.
Pero además otra fuente antrópica de metano en el siglo XX han sido los escapes en las instalaciones defectuosas de extracción de gas natural (que en su mayor parte es metano, aunque sea más comercial llamarle "gas natural", como si el carbón y el petróleo no fuese naturales) y en los cientos de miles de kilómetros de gasoductos construidos para su transporte.
En un artículo de Nature de hace unos meses (Lelieveld J. et al., 2005, Low methane leakage from gas pipelines, Nature, 434, 841-842) se decía que si los escapes de gas natural (es decir, metano) superasen el 5,6% de la producción, el efecto invernadero producido por las centrales térmicas de gas (de ciclo combinado) sería mayor que si fuesen de carbón. Interesante. Sobre todo teniendo en cuenta que algunos opinan que los escapes desde los pozos hasta las centrales (miles de kilómetros de recorrido) superan el 10% ...
Y en este pasado mes de Junio, un artículo de New Scientist revelaba que según el investigador Peter Bergamaschi, el más importante especialista en la distribución regional de las emisiones de metano y que trabaja en el Joint Research Center de la Comisión Europea en Ispra, las emisiones de metano del Reino Unido estaban mal calculadas y en realidad eran el doble de la que los ingleses habían suministrado cuando ratificaron el Protocolo. Los franceses por su parte, habrían omitido una tercera parte de sus emisiones.
De ser esto cierto, el reparto de los derechos de emisión debería modificarse.
Demasiado lío de cálculos y cifras para nuestra ministra y nuestros ilustres ensimismados, que han preferido no enterarse. Pongan ustedes en Google en español las palabras "metano" y "Bergamaschi" y ya verán qué poco encuentran.