Estaba Aznar gobernando cuando España firmó el protocolo de Kioto y lo hacía Zapatero cuando lo ratificó. Por firmar, que no quede. No suele haber muchas veces unas votaciones tan unánimes.
Eso sí, cumplirlo es ya otra cosa. El gobierno español se comprometió a no pasarse de un 15 % de incremento (con respecto a las emisiones de 1990) cuando llegue el 2012. Al parecer ya nos hemos pasado un 52 %. Digo "nos" porque tal y como nos riñen a diario y desde hace años los ministros y las ministras de Medio Ambiente los culpables del incumplimiento somos nosotros, que nos gusta demasiado conducir el coche propio y nos olvidamos de apagar la luz al salir del cuarto. Incluso hay algunos que se dejan el grifo abierto en el baño.
Los grandes países europeos, ellos sí que van a cumplirlo. Son muy civilizados. Sobre todo Francia, que las ha reducido ya un 3% (sin eólicas, ni solares, ni tonterías: energía nuclear pura y dura). El Reino Unido también va camino de hacerlo. Porque más ecologista que Margaret Thatcher ninguno, ni ninguna. Sobre todo cuando se trata de cerrar las minas de carbón y promocionar el metano escocés y las centrales nucleares. Y Alemania pues también, que por suerte el muro cayó en el período adecuado; el país se reunificó y se acabó con la malgastadora industria pesada del este del país. En fin, que estos países son por eso los promotores del pacto. Se pusieron unos objetivos que prácticamente ya los tenían cumplidos.
Que por qué no estoy de acuerdo con el Protocolo lo explico aquí: http://homepage.mac.com/uriarte/protocolo.html