17 septiembre 2007
Sospechoso habitual
No es verdad como publica "El País" este domingo que El paso del noroeste, entre Canadá y EEUU, (haya quedado) libre de hielo por primera vez en la historia.
El paso del noroeste es la posible ruta marina que entre las islas del norte de Canadá se puede seguir para alcanzar el Océano Pacífico desde el Océano Atlántico, aprovechando los pocos días que los canales entre ellas se deshielan. Recientes investigaciones basadas en el estudio de los fósiles de ballenas indican que posiblemente el paso estuvo abierto al principio del Holoceno, hace unos 10.000 años, y posiblemente también lo estuvo durante el óptimo climático (hypsithermal) del Holoceno medio, hace unos 6.000 años.
De quedar abierto el paso con una cierta permanencia lo podrían aprovechar los mercantes y disminuiría en cientos de millas la travesía de Europa a Asia. Pero ya en las últimas décadas diversos barcos pequeños han conseguido hacer la travesía en verano.
Una mañana de Junio de 1977 el marinero belga Willy de Roos zarpó de un puerto de Inglaterra y el 18 de Septiembre llegó al Pacífico habiendo seguido esa ruta ártica. La hazaña la realizó en su Williwaw, un yate de acero de 13 metros de eslora.
Como he dicho en el post anterior, a la vez que el Artico ha batido este verano el record de la extensión mínima del hielo, la banquisa de la Antártida está a punto de batir estos mismos días el record de la extensión invernal máxima. Es decir, lo contrario.
El CO2, sospechoso habitual, no ha podido cometer los dos crímenes, pues su concentración atmosférica en los dos sitios ha aumentado. El caso es más complejo de lo que pretende el periódico.
Abajo pongo una gráfica en la que se indica la evolución del CO2 en Barrow (estación del Artico, en el norte de Alaska, en azul) y en el Polo Sur (estación Amundsen-Scott, en negro). El incremento es el mismo aunque en Barrow los dientes de sierra estacionales son mayores debido a la influencia de los ciclos vegetativos del hemisferio norte.
ref.: J.E.Overland & K.Wood, 2003, Accounts from 19-th century canadian Actic Explorers'Logs, EOS, 84, 40
Fisher D. et al., 2006, Natural variability of Arctic Sea Ice over the Holocene, EOS, 28, 273
National Snow and Ice Data Center (NSIDC)