En vez de un aumento de 0,24 ppm en la concentración de CO2 en el aire durante el 2008, aparece un aumento de 1,58 ppm. Menos de la mitad del CO2 emitido por la quema de combustibles fósiles, el cual, si se hubiese mantenido en el aire, habría supuesto una subida de más o menos 3,7 ppm.