Los historiadores del futuro relacionarán la crisis económica actual con la neurosis que provocó en Europa y Estados Unidos el temor a la catástrofe climática planetaria. Una ansiedad por las emisiones de CO2 que nos llevó a rebajar el consumo y paró la producción de mil sectores.
Naturalmente fue por California por donde comenzó lo peor de la debacle económica. Su estado fue el primero que entró en quiebra y, aún así, sus periódicos seguían hablando prioritariamente del calentamiento futuro que afectaría en el año 2100 a las naranjas y su gobernador seguía presumiendo de tener un Hummer vegetariano.
Los que analicen estos años escribirán con pasmo que las compañías eléctricas recomendaban que se consumiese menos electricidad. El gobierno las apoyaba por el extraño método de poner precio negativo al CO2 y sustituír al carbón por otras fuentes más caras como el gas, traído de unos pocos países monopolistas y hostiles. O por subvencionar la energía eólica, que cuando no había viento no funcionaba, o la solar, que de noche, o con nubes, tampoco.
Las compañías de automóviles demonizaban al CO2 y aceptaban sin rechistar la penalización de los coches mejores. Se extendió el bonus-malus de Sarkozy: bonificación a los automóviles de bajas emisiones de CO2 y castigo impositivo a los otros. Al final, la población asustada no compraba ni unos ni otros, a la espera de que los coches eléctricos dejaran de ser de juguete, cosa que no ocurrió en varias décadas.
Se dejaron de hacer canales, porque ya se suponía que no iba a llover en ninguna parte. Cerraron cientos de agencias de transporte. Disminuyó también el turismo, sobre todo el de largas distancias. Se redujo drásticamente la fabricación de aviones. El Airbus 380, que se había presentado dos años antes como el triunfo de la cooperación, de la tecnología y del espíritu europeo a punto estuvo de hacer quebrar la industria aeronáutica.
Etcetera, etcetera.
Hasta los ecopijos se asustaron de que también a ellos les afectase el paro.
ref.: Enviará 20 mil anuncios de despidos gobierno de California - Prensa Latina
Etcetera, etcetera.
Hasta los ecopijos se asustaron de que también a ellos les afectase el paro.
ref.: Enviará 20 mil anuncios de despidos gobierno de California - Prensa Latina