29 octubre 2009

La lluvia, como siempre



Abro un canal de televisión y ya están ahí, esta vez los de Oxfam-Intermón, con campesino boliviano incluído, diciendo que la situación agrícola del tercer mundo ha empeorado por culpa del cambio climático. Que ya no llueve cuando tiene que llover y los plátanos se despistan, o algo así. No sé si lo suyo es imbecilidad, oportunismo, demagogia, o las tres cosas juntas a la vez.

Llueve igual, en algunos sitios más y en otros menos, dependiendo de los años. A veces, de las décadas. No hay ninguna región del mundo que se esté inexorablemente desertizando, ninguna, ni tampoco lo contrario, que esté quedando anegada por las aguas. Que los plátanos estén tranquilos. El denostado cambio climático no se ha manifestado en este elemento meteorológico fundamental, la lluvia. Aunque digan que sí. Porque lo dicen sin tener ningún dato consistente. Y aunque, aún más absurdos, le echen la culpa al maleficio mágico del CO2.

Pongo arriba el mapa de precipitaciones del 2008. En verde, los sitios en los que llovió más (por ejemplo, en el Sahel) y en marrón, los sitios en los que llovió menos (por ejemplo, en Argentina y Uruguay). Me saca de quicio que utilicen estas desviaciones regionales y temporales para alimentar el catastrofismo climático.

Pongo abajo la gráfica de las anomalías de las precipitaciones anuales globales desde 1900 hasta el presente. Nada especial. Acaso quizás un aumento.

23 octubre 2009

Carbón de España


Durante el año 2007 había que pagar muy poco por emitir CO2, unos céntimos de euro por tonelada. Ese año el carbón, en parte nacional y en parte importado, fue la principal fuente de electricidad en España. También lo había sido en los años anteriores. En concreto, en el año 2007, las compañías eléctricas españolas produjeron 71.833 GWh (gigawatioshora) a base de quemar carbón en las centrales térmicas (el 27,4 % del total eléctrico producido).

Pero el 1 de Enero del 2008 entró en vigencia la segunda fase (la seria, 2008-2012) del Protocolo de Kioto. Bruscamente, desde ese día, había que pagar por las emisiones de CO2 más de 20 euros por tonelada. Las compañías eléctricas decidieron (ya lo habían decidido) prescindir del carbón y utilizar más gas, ya que emite la mitad de CO2 que el que emite el carbón por cada kWh producido. Se redujeron drásticamente las importaciones y también el uso del carbón nacional.

Así, a lo largo del año pasado, 2008, la producción eléctrica a base de carbón disminuyó en 25.550 GWh mientras que la basada en el gas (ciclo combinado) aumentó en 23.147 GWh. Nos dicen que la reducción del carbón fue debida al aumento de la eólica. Una vez más nos quieren engañar. La eólica aumentó en 4.172 GWh, es decir, ni la sexta parte de lo que perdió el carbón.

Ahora tenemos un problema. Sobra el carbón que se produce en las minas de España. Hay más de 10 millones de toneladas de carbón almacenado y sigue aumentando el stock. Es una contradicción de la que apenas nadie quiere hablar. Se extrae carbón y no se utiliza. La derecha pronuclear porque debería admitir lo que no quiere, que con echar más carbón a las calderas de las centrales térmicas no haría falta ni Garoña ni construir ninguna central nuclear más. Y la izquierda porque está atrapada por su demagogia ecologista, a excepción de alguna voz solitaria de IU por tierras asturianas (ver referencia). Una voz cuya rebeldía no llega a tanto como para hablar claro y denunciar al Protocolo de Kioto como responsable del problema.

ref.:

18 octubre 2009

Sin huracanes


Cientos de páginas de inflados economistas calculando las hipotéticas pérdidas futuras por daños en las costas, con el fin de justificar los multimillones de impuestos que se deberán recolectar para evitar las emisiones de CO2.

Se decía que los daños por los huracanes irían a más a medida que las aguas tropicales se calentasen.

Sin embargo, la actividad ciclónica estos meses está siendo a nivel global la más baja en los últimos 30 años. O el mar no se ha calentado lo suficiente por culpa del CO2 para que se note, o la simplista teoría de más calor, más huracanes, no es correcta.

La gráfica (pinchar en ella) representa la evolución del índice ACE (Accumulated Cyclone Energy) que utiliza la NOAA norteamericana para definir la actividad ciclónica. Son medias móviles de 12 meses y abarcan al Atlántico, al Pacífico y al Indico. El índice ACE suma la fuerza, la duración y la extensión de todos los ciclones existentes cada seis horas.


15 octubre 2009

Polvos


En la gráfica se muestra la evolución en los últimos 400.000 años de la temperatura y del polvo en la estación científica Vostok de la Antártida. Los datos proceden del análisis de las sucesivas capas de la nieve depositada allí a lo largo de los últimos cuatro ciclos glaciales (unos 3.600 metros de sondeo).

Las épocas más frías se corresponden con épocas de más polvo. Durante el último máximo glacial, hace unos 20.000 años, se depositaban con la nieve unos 1.500 microgramos de polvo por kilogramo de hielo y en cambio ahora tan sólo se depositan unos 10 microgramos por kilogramo de hielo.

A pesar del falso tópico, tantas veces repetido y usado en imágenes impactantes de tierras secas achicharradas, es precisamente cuando la Tierra ha tenido más frío cuando más árida ha estado, más viento ha habido y más polvos se han levantado. Hay excepciones regionales, por cambios en las trayectorias de las borrascas, por ejemplo en la Gran Cuenca norteamericana, pero en términos generales así es y ha sido. El Sahara y la mayoría de los desiertos ocupaban extensiones mucho mayores durante las glaciaciones que durante los cálidos interglaciales.

El polvo levantado por la aridez que acompaña al frío, a su vez ensombrece la atmósfera y enfría aún más la superficie. El polvo agudiza así las glaciaciones y, viceversa, cuando la atmósfera está más limpia en las épocas cálidas y húmedas, la claridad del aire aumenta el calor solar recibido en la superficie. Igual que el CO2, o que el metano, o que el óxido nitroso, o que el vapor de agua, o que muchos otros elementos, el polvo de la atmósfera acompaña en sus variaciones a los ciclos glaciales, los agudiza, pero, no por eso es una causa de ellos, sino más bien una consecuencia.

ref. J. R. Petit et al., Climate and atmospheric history of the past 420,000 years from the Vostok ice core, Antarctica,Nature 399, 429-436 (3 June 1999)

10 octubre 2009

La BBC se sorprende


En su sección digital de noticias, no sé si también en sus secciones de radio o televisión (me imagino que no), la BBC publica un artículo con un irónico titular "Qué pasó con el calentamiento global ?".

El articulista comienza diciendo "El titular puede ser un poco sorprendente, como también lo es el hecho de que el año más cálido registrado globalmente no fue 2008 o 2007, sino 1998. Pero es verdad. Durante los últimos 11 años no hemos observado ningún incremento de la temperatura global"

Parece que, por fin, hay un periodista de un medio importante que ha mirado la gráfica.

Si uno se pregunta cómo va la bolsa, no le vale una gráfica de los últimos 100 años, sino que necesitará una de los últimos días, las últimas semanas, los últimos meses, quizás los últimos años.

Pero en el asunto del Cambio Climático no es así. Si uno se pregunta cómo va el clima y se interesa ingenuamente por la gráfica de los últimos años, le llamarán "primo de Rajoy". Eso no es el clima, imbécil, eso es el tiempo ! (Ya se lo dijo Juan Costa, su jefe de campaña).

Pues bien, arriba pongo una gráfica de los últimos casi 13 años de la evolución de la temperatura global, no sé si del clima o del tiempo (porque he de confesarles que a estas alturas me pasa que tampoco sé dónde están las fronteras de uno y otro).

La he extraído de la página oficial del Vaticano (GISS, NASA).

Se representa mes a mes la diferencia entre la temperatura observada y la media mensual correspondiente del período de referencia 1950-1980. De mar y tierra.

Bilbao


El Ayuntamiento de Bilbao va a repartir entre familias seleccionadas (ojo: seleccionadas) "un kit de ahorro (de CO2) que está formado por: una bombilla de bajo consumo, un perlizador, un pen drive, un recicla pilas, un katilu, una bolsa de tela, la agenda escolar 21 y el Manual de la Energía en el Hogar del EVE (Ente Vasco de la Energía)".

Repito:
una bombilla,
un perlizador (para poner en la ducha, me imagino)
un pen drive (esto no sé para qué, tendré que leer los manuales)
un recicla pilas (esto sí que debe ser alta tecnología, que se me escapa)
un katilu (para el café con leche)
una bolsa de tela (para la compra)
y los manuales, el escolar y el otro, el importante.

Además: "Todos los participantes contarán con una asistencia especial personalizada". A ver, pues.

Lo leo en la revista "Bilbao" que mensualmente edita el Ayuntamiento de la Villa.

El programa (programón) se enmarca dentro de la iniciativa Hogares Verdes del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y está dirigido por la Oficina contra el Cambio Climático de Bilbao, dependiente del Area de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Bilbao.

"Un experimento que servirá para que varias familias del botxo (y del mundo mundial) comprueben los efectos que sus actividades cotidianas tienen sobre el cambio climático".

Menos mal que sólo se va a repartir el kit a unas cuántas familias seleccionadas porque si no es posible que entrásemos a toda pastilla en una nueva glaciación.


ref. "Hogares contra el cambio climático", revista Bilbao, Octubre 2009


04 octubre 2009

Contaminantes, cada vez menos


A pesar de la propaganda desmoralizadora que día tras día, en periódicos y telediarios, culpa al progreso industrial —y en concreto al aumento del consumo eléctrico— de que tengamos una atmósfera cada vez más irrespirable, lo cierto es lo contrario.

Pongo arriba una gráfica con el aumento del producto interior bruto en EEUU en las dos últimas décadas, el cual ha ido acompañado de un aumento considerable en la producción eléctrica, frenado con la crisis actual. Este aumento de la electricidad ha provenido fundamentalmente de una mayor eficiencia de las plantas térmicas, especialmente de las de carbón. El carbón aporta más o menos el 50 % de la electricidad en Estados Unidos y no tiene visos de disminuir, al menos en las dos próximas décadas.

Pero a la vez que la producción eléctrica ha ido en aumento, los contaminantes asociados a la quema de combustibles fósiles, óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno, se han reducido drásticamente, gracias a las mejoras técnológicas de las turbinas. Del tema de las lluvias ácidas con el que se nos asustó tanto en la década de los 80 ya ni se habla.

Las atmósferas irrespirables se localizan precisamente en los lugares de alta densidad de población a donde no han llegado todavía los eficientes métodos modernos de producción de electricidad. Pero mal que les pese a los oscurantistas de aquí —que desgraciadamente son mayoría—las gentes pobres de Asia, Africa y Latinoamérica, gracias al uso masivo del carbón en centrales térmicas modernas, tendrán también cada vez más luz y mejor aire.

02 octubre 2009

Paradojas nórdicas


Leo que en una clasificación de sostenibilidad por países Noruega queda en primer lugar. Son los mejores. Saben ser ricos (a ver, Haití, cuándo aprendes a ser pobre).

Pero veamos. Casi ningún noruego se opone a que la compañía estatal Statoil haga prospecciones para explotar los recursos del Artico. A Bush, por lo mismo, le pusieron a caldo.

También están muy concienciados contra las emisiones de CO2 pero eso no les impide ser uno de los mayores países exportadores de petróleo (y el carbono que conlleva). Sus exportaciones petrolíferas solamente están por detrás de Arabia Saudí y de Rusia y quedan más o menos a la par de los Emiratos Arabes, de Venezuela, de Irán y de otros países que suenan mucho más que ellos. Es que son discretos: no consumen "droga" pero la cultivan y exportan a mansalva. Eso les permite ganar premios de sostenibilidad y repartir jugosas recompensas (el Nobel de la Paz a Al Gore, por ejemplo).

Y para colmo de paradojas sostenibles el mar allí no les sube, sino que les baja.


ps. la reacción isostática de ajuste que comenzó tras la fusión de los últimos grandes mantos glaciares, hace ya más de 15.000 años, determina en muchas partes que el mar esté o subiendo o bajando. Así, las mediciones en las costas escandinavas indican que el mar sigue bajando. Ello se debe a que Escandinavia asciende para recuperarse, como por rebote, del hundimiento que le producía la masa de hielo glacial que tuvo anteriormente encima.

ref.: