CO2
Suelen usar la expresión "carbón limpio", para referirse a un proceso de combustión de carbón, caro y raro todavía, en investigación, en el que no se emite CO2 al aire sino que se captura y se almacena.
La expresión presupone, no inocentemente, que el CO2 ensucia. Pero el CO2, además de que no es tóxico, es un gas transparente (ver foto, arriba), inodoro, casi inerte, poco reactivo, que no ensucia nada, ni a nadie. Cincuenta mil partes por millón contiene mi aliento y no voy por ahí ensuciándolo todo. Usted tampoco.
El objetivo de la mentira es hacer la amalgama entre el CO2, que es tan limpio como el agua, con otros gases y partículas que sí son contaminantes y que se emiten precisamente cuando la oxigenación de los hidrocarburos producen no solamente CO2 y agua, que sería lo bueno, sino también otra cosa (por ejemplo, monóxido de carbono, CO, o las partículas carbonáceas mal quemadas en los motores diesel, cancerígenas).
Y todo este engaño lo utilizan por si les falla el terror de la catástrofe climática.