Precipitación media en España (años hidrológicos: desde el 1 de octubre de un año hasta el 30 de septiembre del siguiente, fuente AEMET)
Nos vaticinan una España más seca. Un cambio en la circulación global de vientos causado por el incremento del CO2 afectará negativamente a las precipitaciones en España y Portugal y, en especial, hará que sea mucho más árida la mitad sur de la península. No es que el incremento del CO2 en sí vaya a secar la atmósfera, sino que el cambio térmico produciría a su vez cambios en los campos de presiones y en la circulación de los vientos. Según estos modelos de predicción climática, en los que se basa el informe 2007 del IPCC, el sistema normal de presiones en nuestra latitud se desplazaría hacia el norte, haciendo más seco el clima del sur de Europa (más anticiclónico y menos viento) y más húmedo el del norte (más ciclónico y ventoso).
Sin embargo, los pantanos están casi al 80 % de su capacidad. El Ebro sigue pasando por Zaragoza y el Pisuerga por Valladolid. La precipitación media en el conjunto del territorio español ha sido en el 2010 superior a los 800 milímetros (800 litros por metro cuadrado), cuando la media española anual es de unos 650 mm. Retirado el anticiclón de Azores hacia el sur, unas cuantas borrascas del oeste han sido suficientes para humedecer con generosidad el territorio, especialmente a Andalucía, supuestamente amenazada por un avance del Sahara.
A Portugal tampoco le han ido mal las lluvias. En Lisboa se han superado con creces los 1.000 milímetros (una capa de un metro de agua) cuando normalmente apenas pasan de los 600 mm anuales.
Definitivamente, no ha entrado 2010 en el programa de la catástrofe climática. A ver si hay suerte y entra éste.