En el colegio antes nos enseñaban con cierto énfasis los diferentes tipos de carbón: turba, lignito, hulla y antracita. De menos a más según su poder calorífico.
Ya no sé si se seguirá usando dicha tipología. De todas maneras, me imagino que ahora los profesores, para no herir la sensibilidad ecológica de los estudiantes, dedicarán la clase completa a las renovables.
Leo en internet una interesante conferencia de Brian Ricketts sobre el carbón en Europa. Extraigo tres diapositivas y las comento :
1
Mapa de la producción nacional de lignito, hulla y antracita en Europa, y de las importaciones
Alemania sigue siendo el primer productor mundial de lignito (brown coal): 170 millones de toneladas en el año 2010 y un 3% más en el 2011. Con lignito autóctono, produce el 25 % de su electricidad. De los otros tipos de carbón de mayor dureza (hard coal), la hulla y la antracita, que importa, produce casi otro 20 %.
En total las minas de carbón en Europa producen 396 millones de toneladas de lignito y 133 millones de toneladas de hulla y antracita. Se importan 188 millones de toneladas de hulla y antracita.
Aunque para muchos periodistas lo políticamente correcto es escandalizarse con las ayudas al carbón, la verdad es que, si se las compara con las ayudas a otros sectores económicos, las subvenciones al carbón no son tan escandalosas.
Leo hoy que en España las ayudas destinadas a ayudar a unas cuantas centrales térmicas a consumir carbón español fueron de unos 400 millones de euros en el 2011. Esos 400 millones representan menos del 1 % de la factura eléctrica.
3.
Porcentaje del carbón en la producción eléctrica de España, 2004- 2011.
La decadencia económica de España de estos últimos años ha venido acompañada de una pendiente cuesta abajo de la utilización del carbón como fuente de electricidad.
Hasta el reciente año 2007, el carbón era la principal fuente de electricidad en España.
En el año 2008 entró en vigor la fase seria del Protocolo de Kioto con el comercio de cuotas de CO2, lo que hizo, o por lo menos ayudó, a que las compañías elécricas prefirieran sacarse un dinero vendiendo las cuotas que les habían sido atribuídas que el utilizarlas quemando carbón.
Afortunadamente las cosas están cambiando. El precio de las cuotas de CO2 está ahora bajo y el Protocolo de Kioto, agonizante. Es posible que en este 2012 el carbón, nacional y de importación, que ya se ha recuperado mucho en el 2011, vuelva a ser la principal fuente de electricidad en España.