Producción de petróleo en Texas (Enero1981 - Enero 2013)
Los disparos contra el CO2 suelen provenir de tres nidos diferentes de ametralladoras.
El primer frente de ataque es la teoría de que al ser el CO2 un gas invernadero (cierto) se está produciendo un loco e inusual cambio climático que destroza la Tierra (falso). A desmentirlo he dedicado una gran parte de los posts que aquí he escrito.
El segundo nido de donde provienen los tiros, muy frecuente en la prensa gráfica y escrita, es el que identifica al CO2 como un gas contaminador de la atmósfera, tóxico y sucio, negro como el humo, nefasto para la vida del Planeta, cuando en realidad el CO2 es un gas benéfico, vital, invisible y limpio (50.000 ppm tiene el aliento que exhalamos, 400 ppm el aire atmosférico).
Finalmente, el tercer frente es la teoría de que, de todas maneras, los combustibles fósiles se van a agotar pronto, por lo que es bueno utilizarlos lo menos posible y emitir menos CO2.
Este último supuesto está sufriendo mucho por la apertura masiva de nuevos pozos de gas y de petróleo en Estados Unidos. El maldito fracking. Como se ve en la gráfica de arriba, es espectacular el aumento de petróleo en Texas en los dos o tres últimos años. Texas se sitúa hoy al nivel de la producción petrolera de Venezuela. Se espera que su producción doble y alcance el pico en el 2020. Pero ancho es el mundo y probablemente en otros lugares su explotación comience entonces.
The Bright Lights of Big Oil