Flujo neto de CO2 entre el mar y el aire (2001-2010)
Una idea tópica muy extendida es la de que el mar se comporta de una forma uniforme, tanto en sus bajadas y subidas de nivel, como en el de sus intercambios de calor o de CO2 con el aire.
No es así. En algunos lugares el mar sube y en otros baja.
En algunas zonas cede calor a la atmósfera y en otras lo absorbe.
En algunas regiones el balance neto de intercambio de CO2 con el aire es positivo y en otras es negativo. Todo esto se debe a que en el mar no solamente existen corrientes superficiales horizontales sino que tambien hay movimientos en la vertical, más lentos pero no menores en caudal, por los cuales en algunos sitios afloran o emergen aguas profundas y en otros se hunden.
En el mapa de arriba se señalan las zonas, en rojo, en donde el mar suelta más CO2 al aire del que absorbe. Ocurre esto fundamentalmente en la parte oriental del Pacífico Tropical, la cercana a América Ecuatorial. Allí, el afloramiento intenso de aguas profundas más frías y ricas en nutrientes y en CO2 , sobre todo en ocasiones de Niña, hace que el mar enriquezca a la atmósfera con CO2. Sin embargo, en la parte occidental del Pacífico Tropical, la cercana a Indonesia, Filipinas, Nueva Guinea y norte de Australia, en una balsa inmensa en donde las aguas están más calientes y estancadas, con movimientos verticales muy flojitos, el intercambio neto de CO2 con el aire es casi nulo.
Las regiones en azul indican, por el contrario, zonas en donde al agua superficial se hunde, llevándose a las profundidades más CO2 del que emite. Por ejemplo, en todo el norte del Atlántico.
Esta circulación marina en tres dimensiones —la circulación termohalina— es aún muy poco conocida y, sin embargo, probablemente es fundamental, tanto en las variaciones en la vertical de la temperatura del mar, como en las variaciones históricas de la temperatura global del aire.
Carbon Tracker