28 marzo 2007

Milagros y pecados


Ayer los de Greenpeace se subieron a la chimenea de la central térmica de carbón de Pasajes y parece que han pasado allí la noche bien pegaditos a la pared para guarecerse de la humedad y pasar menos frío. Dicen que la central emite tanto CO2 como todo el tráfico de Gipuzkoa y exigen que se cierre para poder cumplir, con esa simple medida, el Protocolo de Kioto. Pues eso, que la cierren y que no nos den ya más la lata con lo de las bombillas, lo de apagar los aparatos y todo eso del ahorro doméstico. Y podamos de nuevo conducir el coche propio sin mala conciencia. Y la electricidad ya nos llegará de las huertas solares y de los molinos de viento que vayan construyendo y poniendo allá en España.

De todas formas el CO2 no es malo, sino bueno. Y el de Iberdrola, la compañía verde, también, que las plantas no distinguen entre el CO2 fósil del carbón y el no fósil del etanol, les gusta igual. Incluso quizás Iberdrola haya contribuído a que en Euskadi haya 46 millones de árboles más ahora que en 1996. Unos 227 millones en el último inventario. Cien por vasco. De CO2 se alimentan al fin y al cabo.

Hablando de huertas y de emisiones leo que un Boeing 747 emite al año unas 150.000 toneladas de CO2. No está mal. Diez veces más que la emisión de 13.500 toneladas que evitará la "mayor huerta solar del mundo" en Milagro (Navarra)(889 placas, 753 propietarios, 51 hectáreas) (El País,8-03-07).

Mañana me voy a Cuba. Emulando a Iberdrola, parece que en el vuelo de ida y vuelta contribuiré a la fertilización del planeta con el equivalente a 5.000 kgs de CO2, lo mismo que emiten al año los 50 frigoríficos que tengo en mi casa, o los 24.000 kilómetros que hago en coche durante dos años. Lo he calculado en esta concienzuda y concienciada página alemana: "Atmosfair". Te calculan el consumo y te dicen con cuánto y cómo puedes arreglarlo (les das dinero y ellos se encargan de plantar una huerta solar, por ejemplo). Lo que no creo es que me quede dinero para pagar a la vuelta el pecado.

26 marzo 2007

"Upwelling"


Hace dos semanas se publicaba en "Science" un artículo, de esos que no llegan a los mass media, sobre el enfriamiento de las aguas costeras del Sahara a lo largo del último siglo. Esta zona es un área de "upwelling" o, lo que es lo mismo, de afloramiento en superficie de aguas profundas frías y ricas en elementos nutrientes del plancton, lo que las hace muy ricas en pesca. El viento alisio del nordeste impulsa a las aguas superficiales costeras hacia el suroeste pero debido a la fuerza de Coriolis (consecuencia de la rotación de la Tierra) se desvían hacia la derecha y acaban dirigiéndose mar adentro. Entonces, para ocupar su lugar, asciende de las profundidades agua fría. En el artículo se dice que ha habido un incremento del viento y un incremento del "upwelling", y como resultado de ello un enfriamiento de las aguas.

Los autores echan la "culpa" al CO2. El aumento del CO2 incrementaría la diferencia de presión entre el anticiclón de las Azores y la baja veraniega del Sahara, ya que se calentaría más el aire del Sahara que el del Atlántico.

Este aumento del gradiente de presión entre el mar y el continente intensificaría el viento alisio. Al final, más "upwelling, más frío, más nutrientes y más pesca.

(sobre el Atlántico y sus corrientes tengo publicada en la web esta larga página:
http://homepage.mac.com/uriarte/circulaciontermohalina.html )

referencia: McGregor H.V. et al., 2007, Rapid 20th-century increase in coastal upwelling off Northwest Africa, Science, 315, 637-639

22 marzo 2007

Por la falta de lluvia no es

Abajo pongo una gráfica sobre la precipitación global media sobre los continentes, mes a mes, desde 1952 hasta el 2002. La media mensual global es de unos 65 mm, lo que hace una media anual de unos 780 mm (en España es de unos 670 mm) (1 milímetro de lluvia = 1 litro/metro cuadrado).



Cuando más llueve por lo general es en verano. El clima mediterráneo es una excepción. La gráfica sube y baja, con un pico en los meses de verano de cada año. Como en el hemisferio norte hay muchas más tierras que en el hemisferio sur, son los meses de verano del hemisferio norte los que marcan las máximas. El calor continental veraniego produce bajas presiones que atraen tierra adentro al aire húmedo marino. Son los monzones o vientos similares, que afectan al sur de Asia, a algunas regiones de Africa y a Norteamerica. En otras regiones alejadas del mar, de clima continental, el calor provoca nubes de desarrollo vertical, tormentas y precipitaciones.

En estos 50 años no ha habido cambios estadísticamente significativos en la media global de lluvia. En otro post hablaba de que tampoco en España ("La sequía en España") .

Se "celebra" el día de la meteorología y el día del agua. Si más de mil millones de personas no tienen agua potable no es por el "cambio climático". Pero todavía habrá infinidad de bobos que hoy lo digan.


referencia: VASClimo project, Universidad de Frankfurt

21 marzo 2007

El factor ozono


Para poder entender o criticar el meollo de la cuestión hay que hablar de "forzamientos radiativos". Que son los ingredientes del cocido.

La figura que pongo arriba es una versión simplificada y castellanizada de la figura sobre los "forzamientos radiativos" de origen humano (radiative forcings) del último informe para burócratas y políticos que publicó recientemente el IPCC (la figura original la puse en el post "El IPCC también duda"). Es decir, es lo que se supone que contribuye cada factor originado por la actividad humana al calentamiento o al enfriamiento del clima global. Viene expreado en watios por metro cuadrado que hemos añadido (calentamiento, en rojo) o quitado (enfriamiento, en azul) al aire superficial o troposférico por los cambios que hemos originado en la composición atmosférica o en el uso del suelo.

Con respecto al factor "uso del suelo" el IPCC considera que, debido a la deforestación, la superficie terrestre se ha emblanquecido, refleja más el sol, y ha enfriado el clima: por su culpa ahora nos quedamos globalmente con 0,2 W/m2 menos de lo que nos quedábamos en 1750 o así. Ya lo saben, los bosques calientan y los desiertos enfrían.

Luego ya todos los demás factores humanos son cambios que hemos provocado en la composición del aire. Uno de ellos es el ozono. De paso sea dicho que los terpenos y los pinenos que emiten los bosques son unos hidrocarburos volátiles que contribuyen al aumento del ozono. Pero a lo que vamos.

Aunque el catecismo ecologista desde hace décadas nos habla de un ozono bueno y de un ozono malo, la verdad es que el ozono estratosférico (más allá de 10.000 metros de altitud, el bueno) y el troposférico (entre 0 y 10.000 metros, el malo) son lo mismo, y tienen las mismas propiedades. Tanto el de arriba como el de abajo detienen parte de la radiación ultravioleta y tanto el de arriba, que se localiza fundamentalmente en la baja estratosfera (a unos 15.000 metros de altura), como el de abajo ocasionan un efecto invernadero. Con respecto a esto último el IPCC estima qe la pérdida de ozono estratosférico ha ocasionado un enfriamiento global de 0,1 W/m2 y el aumento del ozono troposférico ha ocasionado un calentamiento global de 0,4 W/m2.

Aunque el calentamiento atribuído al ozono troposférico es tan solo la tercera parte del calentamiento atribuído al CO2, 0,4 W/m2 y 1,2 W/m2 respectivamente, hay una gran diferencia entre los dos. Resulta que así como el C02, por su larga duración en el aire, se reparte más o menos homogéneamente por los dos hemisferios, el ozono troposférico es mucho más abundante en el hemisferio norte. Esto hace que el efecto del ozono pueda ser mucho más importante en regiones sensibles, como en el Artico.

Un modelo del Instituto Goddard de la NASA indica que el ozono transportado hacia el Artico desde los cielos contaminados de Norteamérica y , sobre todo, de Rusia y de China, ha podido ser la causa de entre el tercio y la mitad del calentamiento del Artico registrado en la segunda mitad del siglo XX (Shindell, 2006). Este calentamiento apenas ha afectado al Artico durante el verano, lo cual concuerda con el hecho de que en esa estación del año el ozono boreal es destruído por los rayos solares antes de lograr alcanzar el polo.

18 marzo 2007

Que ya no nieva, dicen

Hoy domingo, a las puertas de la primavera, cuando estamos esperando una entrada de frío y nieve que a los escépticos nos regocija no poco, abro en la cama el periódico de mi provincia y me encuentro con una entrevista catastrofista de dos páginas con el director del Instituto de Ecología del Pirineo, diciendo rotundamente que, debido al cambio global, ya ni llueve ni nieva como antes y que todo es por culpa del hombre. Pero ni un dato numérico, ni una gráfica. Y mucho menos aún, claro, una explicación coherente de lo de la "culpa del hombre" para que ya no llueva ni nieve en el Pirineo "como antes".

Así que ya me han puesto nervioso y he tenido que levantarme y ponerme a buscar por la casa este gráfico.


No se refiere a los Pirineos sino a todo el Hemisferio Norte. Se indica la anomalía (en millones de km2) con respecto a la extensión media de la superficie cubierta por nieve en los inviernos (Diciembre-Enero-Febrero). Es de la NOAA americana. Son medidas de satélite. Este año ha habido menos nieve en el conjunto del hemisferio, pero en general no se observa ninguna tendencia definida desde 1968. Otro día pongo el de la precipitación global media, y verán que tampoco.

14 marzo 2007

Hacia donde la paranoia nos lleve

Abro "Science" de la semana pasada y me encuentro con un artículo llamativo, que ocupa doble página y que se titula "Consecuencias de los conflictos nucleares a escala regional". El artículo viene ilustrado por el mapa grande que pongo abajo. Lo primero que pienso al verlo es: Dios mío, cuántos bombazos, cuánta radiación, cuántos muertos ! a dónde me escaparía yo ? (egoísta, siempre pensando en mí mismo)




Pero no. Resulta que el mapa representa el "Cambio en la estación vegetativa (período libre de heladas) debido al humo durante el primer año después de 100 explosiones nucleares de 15 kilotones". Ah, bueno. Entonces con comprarme un jersey gordo quizás ya valga.

Ya hace años Carl Sagan y Richard Turco intentaron vender la moto de que lo peor de una posible guerra nuclear a escala global iba a ser el "invierno nuclear" que sucedería al conflicto. Vaya bobada. Si eso fuese lo peor ...

Sagan murió, pero Turco ahí sigue, después de haber pasado por lo del ozono metiendo miedo, y ahora firma este artículo, en el que el conflicto nuclear que se modeliza ya no es único y a lo grande, sino muchos y a escala regional. Interesante que en el mapa, la región de Washington y Nueva York queda limpita, mientras que sobre la Península Ibérica pintan un gran borronazo, quizás debido a que en su modelo entra un conflicto nuclear Portugal-España por la cuestión de a quién pertenece la plaza de Olivenza ... Habrán oído campanas y lo han metido.

En el artículo como de pasada, se mete una figurita pequeña de los muertos directos por las explosiones, la radiación y los incendios. Unas cuantas decenas de millones de muertos. Sin importancia. Lo que importa en el artículo es que en algunos regiones la primavera, ese año de los conflictos, se va a retrasar unos cuantos días.

En el artículo también se dice que hoy día en internet puede encontrar cualquiera la manera de cómo fabricar una bombita nuclear. Que el único problema es hacerse con el uranio enriquecido.

Pues bien, yo creo que precisamente la paranoia climática contra el CO2 a lo que nos puede llevar es a la proliferación nuclear de la energía y, en consecuencia, a que se permita la fabricación de uranio enriquecido en cualquier país del mundo (aunque sean chiítas). De ahí a que estallen conflictos regionales nucleares no habrá más que un paso.

referencia: Toon O. et al., 2007, Consequences of regional-scale nuclear conflicts, Science, 2 March 2007, 1224-25

11 marzo 2007

Con el etanol también se miente



El etanol es un alcohol que al quemarse también produce CO2 .

C2H5OH + 3 O2 → 2 CO2 + 3 H2O + energía

A la gente descaradamente se le hace creer en la propaganda oficial y en la publicidad privada que el etanol es un combustible "limpio", que no emite CO2. Pues sí emite, y mucho, aunque haya en algún lugar del mundo un campo de soja, de maíz o de lo que sea, que en ese mismo momento está absorbiendo CO2 de la atmósfera destinado a convertirse en nuevo etanol y remplazarlo.

Por otra parte, para cultivar la soja o el maíz y luego para fabricar ese etanol de remplazo, se necesita pasar por una serie de procesos (arar, regar, cosechar, transformar) en los que también se utilizan combustibles que emiten CO2. Según el profesor Pimentel, de la Universidad de Cornell, si el etanol fabricado proviene del maíz se necesita un input total de energía para fabricarlo que es un 29 % mayor que la energía contenida en el etanol mismo producido, y si es de soja un 27 % más. Hay otras medidas más optimistas, pero ninguna lo es demasiado. Así que también es dudoso que el balance neto sea nulo. Por lo tanto, como hoy por hoy el combustible utilizado en esos procesos agrícolas e industriales de fabricación de etanol son fundamentalmente los combustibles fósiles, y en especial, el petróleo (que es con lo que se mueven los tractores), el CO2 atmosférico seguirá aumentando, y quizás más si se utiliza etanol que si se utiliza gasolina.

De todas maneras, como cabalgamos a que arbitrariamente los gobiernos tasen cada vez más las emisiones de CO2, y el CO2 emitido por el etanol no será tenido en cuenta, será un negocio fabricarlo. Estados Unidos, con sus grandes territorios agrícolas y su buen clima, y que ya es el mayor productor mundial de maíz, de soja y de etanol, será en el comercio internacional el más beneficiado.

07 marzo 2007

Extensión del hielo


En la imagen, en blanco, se traza el contorno medio mensual (la media de todos los días del mes) de la extensión del hielo marino durante el pasado Febrero. Es un mapa que el NSIDC National Snow and Ice Data Center) americano publica mensualmente en esta página de internet. La línea rosa representa el borde "normal" en Febrero.

Aclaro aquí (porque por algún sitio encontré y me leí la letra pequeña) que por "extensión" ("extent") se entiende la zona en donde el hielo ocupa al menos el 15% del área. Es decir, que se eliminan los bordes en donde el hielo despedazado ocupe en los pixels menos del 15%. De esta forma la tendencia queda más exagerada, pues el área de hielo de un pixel que pase del 15% al 14% se elimina por completo (y no sólo se resta el 1%). Por eso cuando las gráficas se refieren a la evolución del área, como he puesto en alguna otra parte, son bastante menos llamativas. Pero el NSIDC es el que aporta los datos y los mapas, es el que manda y es lo que hay.

No me parece de todas formas que hay mucha desviación de la media. Y por lo que sigo sobre la evolución del hielo diario en otro sitio web creo que Marzo se desviará aún menos.

Sobre el hielo del Artico, sus movimientos y su evolución tengo esto

02 marzo 2007

La leña y el glamour.


Por ignorancia, pereza o por ganas de embarullar y no aclarar, no es fácil encontrar un desglose de las llamadas "energías renovables", que en conjunto suponen más del 13% de la energía primaria global.

Pongo arriba un gráfico, el más esclarecador que he encontrado, sobre la procedencia original de la energía utilizada por la humanidad en el 2004. Ha sido publicado en Science hace unas semanas. Petróleo, carbón (coal) y gas suponen el 80,1%. A la energía nuclear se le atribuye un 6,3% y a las "renovables" el 13,6%.

Ahora bien, el desglose de las "renovables" muestra que la "biomasa tradicional" (leña, fundamentalmente) se lleva, con mucho, la mayor parte. Respecto al consumo global alcanza el 8,48% (supera incluso a la energía nuclear). Se supone que la leña es renovable, que los arbolitos y arbustos que quedan donde aún quedan volverán a crecer sin quejarse. La leña sigue siendo el principal combustible en muchas zonas pobres del planeta.

Las "nuevas renovables" solamente representan el 3,4% y en este saco entran la "biomasa moderna" (etanol, por ejemplo), pequeños saltos de agua, geotérmica, solar (0,5%) y eólica (0,3%), en proporciones muy pequeñas, como caros y subvencionados caprichitos hollywoodienses. Glamour y espectáculo.

ps: y esto con mala ostia (sin hache): según los datos de la compañía eléctrica Nashville Electric Service, en el 2006 el conocido hippy Al Gore consumió en su casa 221.000 kWh (unas veinte veces más que el hogar medio estadounidense, que ya de por sí consume bastante) (junkscience.com). De todas formas oí el otro día en la 4 (a Ana García-Siñeriz, excusándole) que por algún lugar de su jardín tiene colocada una placa solar, que a veces funciona.


sobre la utilización de la leña y tal doy más datos aquí: http://homepage.mac.com/uriarte/aerosolesantropicos.html#hollin

21 febrero 2007

Artico, este invierno más hielo



Con unas tres semanas de adelanto, el área de hielo del Artico ha batido ya el máximo invernal del año pasado y el del anterior. Todavía le faltan unos 500.000 km2 para llegar a la media del período 1979-2002, pero quizás ocurra en los próximos días.

En el "New York Times", raro, se recomendaba el otro día un libro en el que una pareja de geólogos, padre e hija, dedicados a la geomorfología costera, explican lo imposible de encerrar a la naturaleza en unos cuantos números y unas cuantas fórmulas que supuestamente permiten predecir el futuro a 100 años vista. Si los modelos fracasan en predecir la evolución de las playas (las olas son cada una muy suya y particular), más difícil es todavía modelizar el clima a largo plazo, en el que , aparte del CO2, intervienen cientos de factores complejos y mal comprendidos.

Es probablemente más útil observar los cambios y los caprichos de la naturaleza, y disfrutar haciéndolo mientras se obtienen lentas enseñanzas, que creerse ciegamente y a la primera las tragedias que vaticinan los modelos, sin preguntarse ni cómo lo hacen.

Sobre el hielo del Artico tengo esta página más completa:
http://homepage.mac.com/uriarte/hieloartico.html

referencia:http://www.nytimes.com/2007/02/20/science/20book.html?ex=1172725200&en=523951de4504cb8b&ei=5070&emc=eta1

18 febrero 2007

Nubes y radiación cósmica


Los del IPCC habrán gruñido cuando hace poco se llevó a cabo un experimento en el que se fabricaron "nubes" utilizando la radiación cósmica. Un experimento que emula, según sus autores, lo que de forma natural, pero difícilmente observable, ocurre a diario en la atmósfera. Un amigo lector me anima a que lo comente.

Tuvo lugar en una pequeña cámara instalada en el sótano del Centro Nacional del Espacio en Copenhague (Dinamarca). Desde hace unas décadas un grupo de físicos daneses se empeñan en demostrar que el calentamiento del siglo XX está ligado a la disminución de las nubes bajas, lo cual a su vez es una consecuencia de la disminución durante ese siglo de la radiación cósmica que llega a la Tierra. Según ellos la radiación cósmica provoca una suelta de electrones en la atmósfera que, por un proceso catalítico y ionizante, ayuda al ensamblaje de aerosoles atmosféricos (especialmente los derivados del azufre) creando "núcleos de condensación", de los que hablé dos posts más abajo.

La mayor o menor llegada de estos rayos cósmicos depende de la actividad geomagnética del Sol. El aumento de la actividad solar durante el siglo XX habría llevado a una disminución de la radiación cósmica y a una disminución de las nubes bajas. Al final, en superfcie, más insolación y más calor.

La cosa todavía no está clara, pues es difícil comprobar que las nubes bajas han disminuído. Para el que le atraiga este asunto de las nubes y la radiación cósmica, tengo una página explicativa en la web: ésta.

16 febrero 2007

Corderos


Hace ya muchos años que se sabe que en Nueva Zelanda el metano producido por la ganadería provoca en teoría un efecto invernadero global mayor que el de su emisión nacional de CO2. Su Ministro del Cambio Climático (este puesto kafkiano también allí existe) propuso hace tiempo sin mucho éxito establecer una tasa de flatulencia por cordero o vaca.

Ya he hablado del metano otras veces. No es muy corriente mencionarlo mucho, pues por razones económicas (apoyo al gas natural) y demagógicas (no meterse con las cosas del campo) se prefiere centrar "la culpa" en el CO2. Pero hoy "El País" en su contraportada (que suele ser la página más atrevida) por fin lo hace.

Si a la paranoia oficialista por buscar un culpable le hubiese dado porque el chivo expiatorio fuese el metano, y no el CO2, hubiese mostrado como prueba el mapa de su reparto global, que, vaya usted a saber por qué, coincide con el hecho de que en los últimas décadas el hemisferio norte se haya calentado un poco y el hemisferio sur prácticamente nada.

El CO2 antrópico, debido a su larga duración en la atmósfera, tiene tiempo de viajar desde sus fuentes norteñas hasta los confines del sur y por eso se reparte más o menos homogéneamente por todas las latitudes, de polo a polo. El CH4 (metano), en cambio, se oxida y se muere pronto en el aire (su vida media es de unos 12 años). No viaja tanto. En consecuencia el mapa de la concentración de metano en el aire sí muestra una diferencia latitudinal clara, siendo más abundante cerca de sus fuentes.

(En el mapa que presento arriba no parece que la emisión de metano afecte particularmente a Nueva Zelanda. Sin embargo el celo del Ministro del Clima por preservar el Cordero Místico del Protocolo de Kioto le obliga a sacrificar, beeeé, a los corderitos corrientes)

(sobre el metano tengo publicada en la web esta página

ref.: Lelieveld J, 2006, A nasty surprise in the greenhouse, Nature,443, 405-406

15 febrero 2007

Las nubes importan, aunque no les guste confesarlo


Los visionarios del futuro, un puñado de meteorólogos (no miles de científicos, como hasta la saciedad nos repiten), no suelen aclarar al público qué papel juega la evolución de la nubosidad en sus predicciones de achicharramiento. He asistido a conferencias y cursos y no me he aclarado yo tampoco gran cosa, aunque me ha parecido entender que hoy por hoy las nubes son las grandes ausentes de sus juegos de tarot. No sólo porque los modelos utilizan resoluciones espaciales con rejillas demasiado grandes para captar las nubes individuales, sino sobre todo porque todavía no se conoce nada bien, ni física ni químicamente, cómo se forman las nubes.

Y las nubes son importantes. Cuando es de día, hasta el más tonto lo sabe: si hay nubes el Sol pega menos fuerte. Se calcula que la nubosidad global por término medio devuelve al espacio, por reflexión de la luz, unos 50 W/m2 (watios por metro cuadrado). Ahora bien, las nubes también retienen el calor en las capas bajas. De noche el aire superficial se enfría menos si hay nubes que si el cielo está despejado y se ven las estrellas. Se calcula que las nubes retienen globalmente y por término medio unos 30 W/m2 de radiación infrarroja, que no se escapa al espacio. Es su efecto invernadero.

En el balance, las nubes enfrían unos 20 W/m2 (cincuenta menos treinta), porque lo que reflejan es mayor que lo que retienen. Esta cifra es importante. Hace dos posts, ahí abajo, puse el gráfico del IPCC de los forzamientos radiativos antropogénicos. El IPCC atribuye al incremento del CO2 desde 1750, un forzamiento de 1,6 W/m2. Así que una evolución de la nubosidad global a más o a menos, por pequeño que sea el porcentaje, tiene un efecto, de calentamiento o de enfriamiento, superior al del incremento humano del CO2.

Las nubes son vapor de agua condensado. Pero no sólo eso, pues las gotitas de las nubes suelen contener en su interior microscópicas partículas (aerosoles) que han sido decisivas en el proceso de condensación del vapor de agua. Se llaman "núcleos de condensación". El IPCC considera (ver de nuevo el gráfico de abajo) que los "aerosoles" de origen antropogénico —la "contaminación", el humo, el cielo amarillo— han hecho que las nubes que contribuyen a formar hayan enfriado el clima unos 0,7 W/m2, pero con una incertidumbre (ver la barrita) que hace que el enfriamiento pueda haber sido de hasta casi 2 W/m2 (más que el calentamiento del CO2).

El IPCC por ahora no dice nada de la posible evolución de otros núcleos de condensación, por ejemplo la de los aerosoles de azufre marino. Hace pocas semanas la revista Science publicaba un artículo de unos investigadores catalanes (hace unos años lo hizo Nature) en el que se trata de la evolución en la producción marina de dimetilsulfuro. Este gas lo emite el plancton vegetal marino. En la atmósfera se convierte en sulfatos, y estas moléculas arracimadas de sulfatos sirven de núcleos de condensación y fabrican sobre los océanos nubes bajas. Las nubes bajas enfrían la superficie. Según estos investigadores, que ratificarían una teoría parecida publicada allá en 1987 por los míticos Charlson y Lovelock, cuando el Sol pega más fuerte aumenta el dimetilsulfuro, con lo que aumentarían las nubes bajas. Y la superficie, por un efecto de feedback negativo, se enfriaría.

Por otra parte, estos días también retoma fuerza la teoría danesa de que la disminución de la radiación cósmica durante el siglo XX ha contribuido a que hayan disminuído las nubes bajas. Ese tipo de radiación contribuye a hacer más efectivos a los aerosoles del aire en su labor de núcleos de condensación. Lo comentaré otro día.

ref.: Vallina S. and Simó, R., 2007, "Strong relationship between DMS and the solar radiation dose over the global surface ocean", Science, 315, 506-508
(nota: el dibujo lo he sacado de otro artículo. Todd J. et al, 2007, "Structural and regulatory genes required to make the gas dimethyl sulfide in bacteria", Science, 315, 666)

14 febrero 2007

Se ha perdido El Niño


Hace unos meses pasó desapercibida para la prensa una investigación publicada en "Geophysical Research Letters" según la cual la zona superior oceánica se enfrió considerablemente entre el 2003 y el 2005. El mar, con su continuo intercambio horizontal y vertical de masas de agua sigue teniendo un comportamiento intrigante (te sumerges y, donde menos te lo esperas, te encuentras con una familia de cachalotes desayunando).

El mapa de las anomalías de las temperaturas de la superficie del mar durante la semana pasada (4 Febrero- 10 Febrero) muestra lo poco espectacular del calentamiento oceánico. En azul, las áreas más frías de lo normal; en naranja, las que están más calientes. Azules por aquí, naranjas por allá (el período de referencia es 1982-1996).

Ya antes de finalizar 2006 algunas organizaciones vaticinaban que el 2007 iba a superar todos los records debido al Niño, que en los últimos meses del año se había hecho notar. El Niño es un fenómeno océanico ecuatorial durante el cual las aguas frías profundas del Pacífico Oriental dejan de emerger hacia la superficie. Entonces la superficie del mar se recalienta, aumenta la evaporación, se calienta el aire, se producen modificaciones en la circulación general de vientos y, uno de los resultados de todo ello, la temperatura media global alcanza un pico alto (El Niño de 1997-98 ha sido recientemente el más fuerte).

Ahora donde debería haber un gran manchón anaranjado (en la zona ecuatorial del Pacífico, al este del meridiano 180) aparecen unas manchitas azules. Nos hemos descuidado y El Niño se nos ha perdido en la playa.

ref: Lyman J. et al, 2006, "Recent cooling of the upper ocean", Geophysical Research Letters, 33, L18604,

10 febrero 2007

El IPCC también duda


En el anterior post comentaba que en sus cálculos el IPCC le da una nula importancia a la influencia de la urbanización en el calentamiento global. O sea que el desarrollo de las ciudades, de los polígonos industriales, de los aeropuertos, de las carreteras, del cemento ... nada tiene que ver según ellos con esa pequeña subida de 0,7ºC de temperatura media registrada en 100 años por la red de los termómetros de superficie (colocados de forma standard en una garita blanca aireada y a dos metros de altura del suelo). Pues bueno. Pero dudar, dudo, dado que son conocidas las diferencias de temperatura tremendas que suele haber entre los barrios de una ciudad, y entre el centro y los suburbios, especialmente en las noches frías del invierno (de hasta 5ºC). Es posible, creo, que la "contaminación" térmica urbana llegue muy lejos, igual que lo hace la "contaminación" lumínica.


Y todavía dudo más que la modificación humana de los paisajes naturales rurales a lo largo de todo un siglo, que han sido ocupados por kilómetros y kilómetros cuadrados de campos de cultivo y de regadíos, haya producido globalmente un enfriamiento, que es lo que el IPCC opina.

Para el IPCC la deforestación debida a la tala, ha hecho que la superficie de la Tierra se haya vuelto algo más clara a lo largo del siglo, más blanquecina, y que haya aumentado así la perdida de energía solar por rebote de la luz en el suelo y vuelta hacia arriba, al espacio. Al porcentaje de luz reflejada y perdida de nuevo al espacio se llama "albedo" (en latín "blancura").

En una figura del informe del IPCC recientemente publicado (pinchar en ella) se recogen en watios/m2 lo que se atribuye de calentamiento (en rojo) o de enfriamiento (en azul) a los diversos factores de "forzamiento radiativo" que se tienen en cuenta. Se llama en este caso "forzamiento radiativo" antropogénico a las diferencias de watios, de más o de menos, que por "culpa" de la humanidad, desde 1750, absorbe o rechaza la troposfera (la baja atmósfera).

En la fila de la derecha se notifica de todas maneras el índice de confianza que el IPCC tiene en sus consideraciones ("high, medium, low").

Aunque al "land use" ("uso de la tierra") se le atribuye un poquitín de enfriamiento —barra azul de aproximadamnete -0'2 w/m2— aparece la la palabra "medium-low" ("medio-baja"), que significa que este valor que se usa en los modelos es casi más un invento que otra cosa.

Como ya explicaré otro día, hay razones para pensar que en realidad las grandes superficies regadas lo que han hecho es calentar, tanto por su aporte de vapor de agua al aire (potente gas invernadero) como por la disminución del albedo.

07 febrero 2007

El IPCC de noche no ve nada


La imagen de arriba es un compendio de imágenes de satélite en la que en un estudio de la NASA se retrataba, hace unos años, la luminosidad nocturna en Europa con cielos despejados. A los que les agobia la humanidad y el progreso, les resultaba una prueba evidente de que hemos crecido demasiado y de que somos unos derrochones.

Al observarla, se podría pensar que la urbanización exponencial a lo largo de las últimas décadas que ha sufrido Europa (y los otros continentes) puede haber contribuído a esas décimas de subida que han registrado los termómetros y que tanto alarman.

Pero el IPCC (el panel de la ONU que estudia el cambio climático) no ve nada. Falta de vitamina A probablemente. Su reciente informe sólo atribuye a la urbanización de los continentes una subida térmica de 0,0006 grados centígrados al año, es decir, nada. Dice textualmente que "los efectos de las islas de calor urbanas son reales pero locales y tienen una influencia despreciable". Hay consenso. Asunto zanjado.

03 febrero 2007

La gripe


Con el frío ha llegado la gripe a España. Leo que en Madrid los casos han aumentado estos días considerablemente, y que están ligados a la pasada ola de frío ártico. Leo también que la gripe aviar ha llegado estos días a Inglaterra. La gripe es una enfermedad peligrosa para niños y viejos, no sólo en sí misma, sino por sus repercusiones en otras. Lo sé por experiencia propia.

La prensa hoy vocifera. Cita al IPCC y nos alarma con un previsible aumento de las olas de calor en España. Callan que el IPCC constata también una disminución del frío: "Cold days, cold nights and frost have become less frequent" (los días fríos, las noches frías y las heladas se han vuelto menos frecuentes). No sé si me lo creo, pues tampoco dan datos, pero es lógico que si dicen que hace más calor, haga menos frío ...

El invierno del reciente 2005 fue especialmente frío en España. En el mapa de arriba, de las anomalías térmicas del invierno del 2005 (Diciembre-Enero-Febrero) con respecto a la media de los últimos 56 años, se observa que España (en azul) sufrió el frío. La Encuesta de la Salud indica que en España las muertes por gripe se multiplicaron ese invierno por 11 y que en el conjunto del año murieron en España un 4,1% más de personas que en el 2004.

Pero ustedes, si están sanos, preocúpense de la malaria que, después de atravesar el Sahara, les van a traer, en unos cien años o así, los mosquitos africanos.

02 febrero 2007

IPCC 2007, un informe bastante más suave


Un primer vistazo a este informe-resumen de 21 páginas, que acaba de salir, me alegra porque es bastante más suave que el del 2001. Ejemplos.

Para empezar no aparece ya la curva de Mann ("el palo de hockey") con la que antes se presentaba un milenio de los de "aquí no pasó nada hasta el subidón térmico del siglo XX". Esta curva fue luego abusivamente utilizada por los "políticos" (los "policymakers" a los que va destinado el resumen).

Más importante, el IPCC admite que la Antártida no se ha calentado y que el hielo que la rodea estacionalmente no ha variado. Y la Antártida es importante.

"Es probable que haya habido un significativo calentamiento antropogénico en los pasados 50 años en la media de cada continente excepto en la Antártida"

"La extensión del hielo marino (que rodea a la Antártida) continua mostrando variabilidad interanual y cambios locales pero sin tendencias estadísticamente significativas, lo que es consistente con la falta de calentamiento reflejada en las temperaturas medias del conjunto de la región"

Pero este resumen no explica nada de por qué el CO2, que sobre el Polo Sur ha aumentado tanto como sobre el Polo Norte, no ha hecho sentir su influencia en la Antártida.

Sobre el hielo de la Antártida y su evolución tengo publicada esta página

Susan Solomon, la portavoz.


Cuando hoy en un telediario le he visto a Susan Solomon actuar de portavoz del resumen catastrofista del IPCC, me he acordado de lo que escribí hace años citándole a ella. Son las últimas palabras de un libro que escribí en 1995 titulado "Ozono, la catástrofe que no llega". Dice así:

Los científicos no están tampoco libres de toda culpa en el alarmismo creado. Así, escribiendo sobre un posible efecto que las erupciones volcánicas podían ejercer en una atmósfera anormalmente cargada de cloro antrópico, dos de las más eminentes personalidades expertas en el ozono, Susan Solomon y David Hofmann, terminaban con estas palabras en Abril de 1989 un largo artículo publicado en "Journal of Geophysical Research" : una erupción mayor que la de El Chichón, que ocurra en la próxima mitad del siglo, será un importante test para la teoría de la extinción de los dinosaurios y quizás determine que los sistemas biológicos contemporáneos sigan el mismo camino.

Pues bien, poco después, en Junio de 1991, la Tierra sufrió la erupción más importante del siglo XX, la del monte Pinatubo, pero la hecatombe no sucedió. Hubo un descenso significativo del nivel de ozono pero, al parecer, completamente inocuo para la vida. Está ahora por ver cómo y a qué ritmo se recupera el equilibrio a medida que se limpia la estratosfera, o cómo, por el contrario,lo impide la acción negativa del incremento previsible del cloro estratosférico. De todas formas no creo que todavía nos vayamos a reunir con los dinosaurios.

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Como lo de la pérdida de ozono se ha pasado de moda (entre otras cosas porque el ozono es un gas invernadero, ya hablé en otro post), Susan prueba fortuna en vaticinarnos esta otra catástrofe.

01 febrero 2007

Groenlandia no se derrite, ( o sí ? )


Un artículo del "New York Times", sobre la descongelación de Groenlandia, recogido hoy y traducido por su hermanito "El País", me solivianta, cuando todavía no son ni las nueve de la mañana. En ese estilo lúgubre y amenazador, un tanto sádico con el lector y que es típico del triste talante ecologista, se habla del "lado oscuro y aterrador" de la aparición de nuevas islas en las costas de Groenlandia. Prefieren el hielo.

Pues no sé si esto será verdad y si tendrá que ver con el "calentamiento global". En realidad, Groenlandia, en el largo período de 50 años, 1950-2000, y según los datos oficiales de temperaturas publicados por la NASA, se enfrió.

Si en el mapamundi de arriba buscan Groenlandia, la verán teñida de azul, lo que significa que en ese reciente medio siglo la tendencia de la temperatura allí fue a la baja.

Ahora bien, como me escribe un amable lector a las pocas horas de haber escrito yo lo anterior, si hubiese tomado el período un pelín más largo, 1950-2006, el enfriamiento revelado en la gráfica desaparece. Así que no se fíen de las tendencias, ni de las que pongo yo. Si tienen tiempo y ganas, sobre el hielo de Groenlandia, y su evolución, tengo escrita esta página .

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Ah! Hoy hay "apagón mundial", a las ocho de la noche. Una iniciativa que proviene de Francia, en donde hasta las luces de la Torre Eiffel dejarán de estar iluminadas durante cinco minutos. Ya lo veremos en televisión. Qué emoción!

Uf, qué asquito... Dicen que será mundial ... Qué apagarán, me pregunto, los 2.000 milones de personas que viven aún sin electricidad?.

Me dan ganas de volver a ser "marxista-leninista-pensamiento mao tse tung", y ponerme a gritar la consigna del camarada Vladimir Ilitch : Electrificación y Soviets !

Bueno, ya me calmaré.

pd.