21 diciembre 2007
Navacerrada
Cada vez que caen cuatro copos por Madrid los reporteros de las televisiones suben a Navacerrada, que les cae a mano, y sacan unas imágenes de nieve para el telediario.
Allí arriba, a 1890 metros, existe un veterano observatorio del Instituto Nacional de Meteorología. No sé si sus series de temperatura, que se remontan a la década de los 40, son buenas o malas (tengo, como casi siempre, mis grandes dudas), pero el hecho es que los datos de Navacerrada entran en la elaboración de la sacrosanta curva de la evolución térmica global que calcula el Instituto Goddard de la NASA (GISS), dirigido por James Hansen. Esa gráfica de la evolución global, que ustedes habrán visto mil veces, va a misa y bajo palio (el del IPCC).
Lo bueno que tienen los americanos, con respecto a la secretiva burocracia europea, es que están acostumbrados desde hace décadas a que sus instituciones públicas hagan lo posible para que sus datos lleguen y puedan ser consultados por cualquier persona normalita y curiosa, de cualquier nacionalidad, como usted o como yo, sin instancias ni pólizas, sin enchufes, recomendaciones ni cargos. En la página web del GISS, pinchando en "station data" se pueden hallar las gráficas locales (bastante extrañas) utilizadas en la confección de la afamada gráfica global. Y de ahí he extraído ésta de Navacerrada, que es una de las pocas estaciones de España que se utilizan, porque dicen que la consideran fiable (por cierto, Jimmy: Sintra no está en España; espero que Rui Moura no se haya percatado).
Al parecer a Navacerrada el calentamiento global no ha llegado. Brindaremos, cuando al fin un día lo oigamos en el telediario.
19 diciembre 2007
Frío en muchas partes
Hoy no estoy muy científico. Que haga frío en muchas partes no invalida la teoría de que debido al incremento del CO2 la Tierra se calienta ya a un ritmo infernal. ¿O sí?.
Leo por ahí, en una página interior de un periódico catastrofista, que no sé si es lo mismo que amarillista, una breve noticia informativa: "Récord de consumo eléctrico por el frío". Parece que el otro día, el 17 de Diciembre, hizo frío y a eso de las 7 de la tarde los españoles se portaron mal. Al llegar a casa, pusieron las calefacciones a tope. Se alcanzó entonces un nuevo máximo histórico de consumo: 45.450 MW a las 18,53 horas.
No soplaba casi viento. Un anticiclón acompañaba al frío. Los 15.000 o 20.000 molinos que se esparcen por toda la península, casi todos parados, no colaboraron más que en un 3% a satisfacer la demanda eléctrica. Vaya cuento tienen.
Lejos, en Tasiilaq, distrito de Ammasalik, en la costa este de Groenlandia, nevaba y nevaba. Arriba pongo una instantánea que he sacado de la cámara web que un amable groenlandés tiene por allí puesta. Suelo visitarla, voyeur que es uno, casi todos los días. No hay aerogeneradores en Groenlandia, menos mal. Y placas solares, con lo oscuro que suele estar aquello, me imagino que tampoco. Aunque vaya usted a saber: la capacidad de engaño de la propaganda masiva no tiene límites. Esto cada vez se parece más a aquella película que se llamaba, creo, "El show de Truman". ¿Existirá el IPCC realmente, o serán actores?
13 diciembre 2007
¿Es esta curva peligrosa?
Desde el año 1979 (hace ya 28 años) se puede medir desde satélites la temperatura en diferentes niveles de la atmósfera. Lo hacen unos aparatos llamados MSU (Microwave Sounding Unit) y AMSU (Advanced Microwave Sounding Unit). Los aparatos han sido y son transportados por satélites americanos sucesivos de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration). Los aparatos captan las microondas que emite el oxigeno del aire y de ahí deducen la temperatura en bloque de la Baja Troposfera (entre más o menos 0 y 4km de altura). Las mediciones son más dfíciles en los polos y, sobre todo, en la Antártida, debido a la gran altitud de este continente, en donde el domo de hielo supera los 3.500 metros de altura.
Los cálculos y la publicación mensual de los resultados, que se pueden consultar libremente por internet, lo efectúan dos equipos independientes. Uno el formado por la pareja John Christy y Roy Spencer, de la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH) y otro, más reciente, por Carl Mears y Frank Wentz, del organismo privado Remote Sensing Systems (RSS). Las gráficas resultantes suelen ser muy parecidas y también se parecen mucho a las de la evolución de la temperatura global calculadas a partir de la red de termómetros superficiales, que suelen calcular y publicar otros dos equipos: el dirigido por James Hansen del Goddard Institute for Space Studies (GISS) y el dirigido por Phil Jones del Climatic Research Unit (CRU), de la universidad inglesa de East Anglia.
Arriba pongo la gráfica de la evolución térmica en la Baja Troposfera según el grpo RSS, de mediciones por satélite (pinchen en ella para verla más grande).
Algunos verán en esta gráfica un motivo de inquietud, porque, aparte de los altibajos provocados por los Niños (calentamiento) y por el volcán Pinatubo (enfriamiento), hay en general, de fondo, una subida de 0,017 ºC/año, que atribuyen, cómo no, al CO2.
Otros, entre los que me incluyo, no vemos en esta figura motivo de inquietud. Primero, porque es mejor que suba, que que baje. Segundo, porque la subida de fondo es muy modesta, en contra de lo que se nos quiere hacer creer. Y tercero, porque no existe ninguna tendencia a que la pendiente aumente catastróficament, sino que, a la vista de lo ocurrido en los últimos años, cabe plantearse que quizás vayamos a entrar en un período semejante al de 1945-1975, en el cual la temperaura media global se estancó en su subida (iniciada a principios del siglo XX) y bajó algo. Ya veremos.
09 diciembre 2007
Agujero de ozono, temporada 2007
Estos días se cierra el agujero de ozono, como todos los años. Como todos los años, la prensa no se entera.
La gran mayoría, periodistas y políticos incluídos, tienen una idea tan difusa sobre lo que es el "agujero del ozono" que no saben que es un fenómeno de temporada. En realidad, en sentido linguístico estricto, el agujero de la capa de ozono no existe, porque ni hay "capa", ni hay "agujero".
El término "capa" sugiere que a una cierta altura de la atmósfera existe un nivel de ozono concentrado que cubre y protege la Tierra, a la manera de un cielo que estuviese encapotado por un fino estrato nuboso. Lo cierto es que el ozono no está concentrado en un estrato, ni tampoco, por lo tanto, está situado a una altitud específica, sino que es un gas escaso que está muy diluído en el aire y que, además, se esparce desde el suelo hasta más allá de la estratosfera, es decir, en un espesor atmosférico de varias decenas de kilómetros.
Es un gas tan escaso —no constituye ni siquiera una parte por millón de los gases de la atmósfera— que, si lo separásemos y atrajésemos a ras de tierra tendría solamente 3 milímetros de grosor, el canto de una moneda. Es cierto que en algunos niveles hay más ozono que en otros pero en ninguna altura llega a representar el 0,001% del volumen del aire.
Aún más equívoco resulta el término "agujero de ozono" de la Antártida. Si no existe una "capa", ¿cómo va a existir "un agujero en la capa"? En realidad, cuando los científicos hablan de "agujero" se refieren a una disminución del ozono. Se suele tomar como umbral la cantidad 220 unidades dobson de ozono (que equivalen a 2,2 milímetros) sumando lo que hay en la columna total de aire sobre la Antártida. En este sentido la extensión del agujero suele alcanzar en su momento álgido, durante el mes de septiembre, unos 25 millones de km2 (unas cincuenta veces la superficie de España).
En la figura de arriba se muestra (en rombos negros) la evolución del área durante este año. Muy normal: dentro siempre de la zona gris (área de oscilación 1990-2001). El año pasado (la línea roja) su extensión fue superior y rebasó en varios meses la zona gris.
La formación del "agujero", es decir, la disminución temporal del ozono (de Agosto a Diciembre) se produce cuando los rayos solares primaverales actúan sobre ciertos compuestos químicos clorados que se forman previamente en las nubes estratosféricas polares durante el frío invierno austral. Ultimamente algunos experimentos de laboratorio, aún sin confirmar, de los que hasta Nature ha tomado nota, muestran que el cloro puede que tenga mucha menor importancia de la que se ha creído hasta ahora.
referencias:
TOMS/NASA
A. Uriarte, 1995, "Ozono, la catástrofe que no llega", ed. Tercera Prensa
Schiermeier Q., 2007, Chemists poke holes in ozone theory, Nature, 27 Sep 2007
07 diciembre 2007
Periodismo de investigación
"Después de consultar una más de las tantas proyecciones sobre los desastres del calentamiento global —gráficos de ordenador con costas inundadas por la subida del mar, incremento del número de muertes por olas de calor— estaba ya preparado para chequear la realidad" ...
Así comenzaba un artículo de varias páginas publicado el pasado mes de Septiembre en el "New York Times", escrito por John Tierney, que hoy saco de mis apuntes y pongo aquí. El periodista, junto a Bjorn Lomborg, que acababa de publicar un nuevo libro ("Cool it"), salía de la oficina y se encaminaba a comprobar si ya se iban cumpliendo tales proyecciones catastróficas. El lugar al que se dirigían, desde su oficina del centro, era el "Bridge Cafe", en el bajo Manhattan, una taberna de madera construída en 1794 en el 279 de Water Street, cuando esta calle lindaba aún con el mar que se adentraba por el río Hudson.
El resultado de la investigación dio negativo: por allí Manhattan no había sido aún tomada y resistía a la subida del mar. El "Bridge Cafe" seguía firme en territorio seco. No sólo eso: ya no estaba junto al agua sino que el mar quedaba a unos 200 metros, tras dos calles y varias vías rápidas de circulación periférica.
En un estudio publicado este año en "Geophysical Research Letters", no obstante, se indica que según el mareógrafo de Nueva York, durante el siglo XX se ha producido allí una subida del nivel del mar de unos 25 centímetros. Al parecer esto no ha impedido que los neoyorquinos expandiesen Manhattan a costa de ganar unas cuantas hectáreas al mar por aquí y por allá.
En este estudio se calcula la media de subida durante el período en nueve lugares con mediciones largas, restándoles la subida o bajada "isostática" del terreno en donde se asientan los aparatos, para que esto no enturbie el dato de la subida en sí del nivel del mar. Las ciudades son: Auckland (Nueva Zelanda), Trieste (Italia), Newlyn (Inglaterra), Cascais (Portugal), Honolulu (Hawai), Balboa (Panamá), San Diego, Keywest y Nueva York.
Este estudio no ha resultado interesante y no ha sido aireado por la prensa, ya que de él se deduce que en la primera parte del siglo XX, cuando las emisiones de CO2 eran muy bajas, la subida fue mayor que en la segunda parte (2 mm/año desde 1904 a 1953 y 1,4 mm/año desde 1954 a 2003). La media general de las seis ciudades da una subida de 17,4 cm en un siglo. En España, como somos idiotas, la ministra nos advierte que con esa misma subida perderíamos 15 metros en la horizontal, con lo que el "Bridge Cafe" se nos iría a la mierda.
ps.: (para los que son de letras puras puras): 17,4 cm son diecisiete con cuatro centímetros y equivalen más o menos a un palmo con la mano estirada.
ref.: Holgate J., 2007, On the decadal rates of sea level change during the twentieth century, Geophysical Research Letters, vol 34, L01602
02 diciembre 2007
España pasota
A España, en el Protocolo firmado y jaleado por todos (y al que dude le capan, ya sea él o su primo), se le permite pasarse un 15% en las emisiones medias de 2008-2012 con respecto a las que emitía en 1990. En el 2006 se había pasado ya casi un 48%. Así que el gobierno, en vez de aceptar la vergüenza del incumplimiento, saca pecho de gallito y se retrata enfrente de unas placas solares, que vete a saber si están ni enchufadas, y dice más o menos que España lidera la lucha mundial contra el CO2. Qué pasada.
O bien dice, con intención de engañar, que vamos bien, porque las emisiones de 2006 fueron ya menores que las de 2005. No aclara que la bajadita momentánea fue debida sobre todo a que en el 2006 llovió bastante más que en el seco 2005 y, gracias a ello (y no al gobierno) los pantanos hidroeléctricos produjeron mucha más electricidad que el año anterior. Para el 2007 se espera de nuevo una subida, y que lleguemos al 49% de incremento respecto a 1990. De hecho, en lo que va de año, el consumo de carbón para la producción eléctrica ya ha subido un 6,6% y va a seguir siendo la principal fuente de energía eléctrica del país, mientras se sigan disparando los precios del gas.
Del carbón ni se habla, porque a diferencia del gas y de las renovables, no cotiza en bolsa. Pero ahí está. En Alemania, por poner un ejemplo, suministró en el 2006 el 47% de la electricidad. Aún así, Alemania está muy cerca de cumplir el Protocolo. Se le exige una reducción del 21% y ha reducido un 17,5% (pero no por los molinos de viento, sino por el cierre de la industria pesada del este del país tras la reunificación posterior a 1990; el Protocolo nació con truco, que los parlamentarios españoles no vieron o no quisieron denunciar).
A nivel global, la producción de carbón, del que se obtiene el 40% de la electricidad, creció el año pasado un 8,8%.
ref.: World Coal Institute
01 diciembre 2007
Noticias locales
Desde el Aquarium, en la entrada a la bahía de San Sebastián, se viene midiendo desde 1946, a las diez de la mañana, la temperatura del agua. Este pasado mes de Noviembre se ha batido el record por frío: 13,6ºC (la media del mes en el período 1950-1989 fue de 15,1ºC).
Mientras tanto, la piadosa alcaldía hace penitencia e inaugura, ufana en su fe, una minimalista iluminación navideña:
Alcalde: que no se calienten las aguas, no se derritan los hielos y la inundación marina no anegue la ciudad. Por el Planeta y los pobres del mundo.
Pueblo: te rogamos, óyenos.
referencia de la figura: Miguel Ibañez, http://www.ingeba.euskalnet.net/liburua/donostia/3gfisica/36mar.htm
29 noviembre 2007
Emisiones brutas y emisiones netas
Cuando se calculan las emisiones brutas de carbono fósil emitido a la atmósfera (en forma de CO2) a partir de las cantidades de carbón, gas y petróleo quemado, resulta una gráfica creciente que no se detiene excepto en tiempos de crisis, como la subida brusca del precio del petróleo o la transformación de la URSS en los años 90. En la actualidad son ya unas 7 gigatoneladas de carbono las que se emiten.
Ahora bien, cuando se mide año a año, en muestras del aire, la concentración de CO2 y, de ahí, se calcula el incremento del carbono total en la atmósfera (en marrón), se observa que el crecimiento es muy irregular interanualmente y que suele ser bastante inferior al carbono emitido. Ocurre que una gran parte del carbono fósil emitido es reabsorbido por la vegetación oceánica y continental y hace que aumente la biomasa terrestre (en verde). La variación interanual del aumento atmosférico se debe a la mayor o menor cantidad de incendios y a que la reabsorción depende mucho de si ha habido más o menos insolación, humedad etc.
En las interminables reuniones preparatorias del próximo tratado internacional que sustituirá a Kioto, los países con amplios territorios y clima propicio para el crecimiento forestal tratarán que lo que se tenga en cuenta sean las emisiones netas. Que se cuantifique no sólo el carbono fósil que cada país emite sino también el carbono atmsosférico que recoge, que cada vez es más posible medirlo. Por ejemplo, una estimación optimista de los Estados Unidos es que allí, gracias esencialemnte al aumento de los bosques, hay que restar 0,6 gigatoneladas de carbono a la emisión bruta de 1,4 gigatoneladas, con lo que sus emisiones se quedarían este año en unas 0,8 gigatoneladas. Al precio arbitrario que pretenden poner al CO2 (unos 20 euros la tonelada), es muchísimo dinero.
En España, desde el bobierno central continuamente se nos abruma con el sermón de que el territorio está cada vez menos verde, por culpa de la supuesta desertización galopante, pero, paradójicamente, en las reuniones internacionales se pide que se nos reste de las emisiones brutas una cierta cantidad de CO2 que es reabsorbido de forma creciente por un territorio cada vez más verde. De hecho, han salido ya publicados en los periódicos, que yo sepa, datos de inventarios forestales del País Vasco (clima oceánico) y Cataluña (clima mediterráneo) que muestran que cada vez hay más biomasa, y supongo que en el resto del país ocurre lo mismo. Qué esquizofrenia.
notas:
a) gigatonelada = mil millones de toneladas = petagramo (Pg) = (10 elevado a la 15)g
b) errata: donde pone "bobierno", debe decir "gobierno"
18 noviembre 2007
8 años quedan
Ahora que el jefe Ban-Ki-Moon, que venía de la Antártida y ha pasado por España a comerse una paella solar, ya se ha ido, podemos decirnos (bajito): qué frío hace!
Leo en el periódico global, El País, en titular de portada: "La ONU: sólo quedan ocho años para evitar el desastre climático" y le acompaña al preciso notición la fotografía del brujo que ahí pongo.
Esto es terrible sí. En la edición digital, su siempre atribulado reportero R.M., especialista en el desastre total, nos comunica de entrada que el deshielo de la Antártida produce ya una subida anual del nivel del mar de 0,4 milímetros. He hecho el cálculo con mi supercomputadora y esto significa que de seguir así dentro de 8 años habrá subido 3,2 milímetros por esa causa. Se me va ahogar la pulga.
Pongo abajo la gráfica de la evolución de la temperatura media global en los últimos 6 años, que el compañero Titoyors del foro meteored publicó el otro día a partir de los datos oficiales. Tendencia más lisa que una plancha, y sólo nos quedan 8.
16 noviembre 2007
Adoración nocturna
Ayer, entre las 20 y la 20,05 horas, la oficialidad, desde los ayuntamientos del PP, como en Avila, hasta los de ANV (Herri Batasuna) en Hernani, hiceron un gesto por nuestro planeta (todos tan cursis ellos) y apagaron las luces que les apetecieron. Ya se sabe que así como en los países islamistas, el que no reza hacia la Meca no puede ser político, aquí en los países excristianos, el que no es ecologista, se autoflagela y adora Gaia, pues tampoco.
Por curiosidad miré hacia las diez de la noche en la web de REE qué había pasado con el consumo eléctrico. Quería saber si el acto comunitario de penitencia había desconjeringado la red eléctrica española con tanta bajada de tensión prevista como nos habían dicho que ocurriría. Pues nada. A las 20 horas se observa un piquito de bajada en el consumo que no llega ni a picadura de mosquito.
Mientras tanto, en honor del circo ambulante del IPCC, reunido en Valencia, esta noche en aquella ciudad, cosa bastante poca frecuente, ha hecho un frío de helada (-0,3ºC). El calentamiento global: temed naranjas !
14 noviembre 2007
El mar no es liso
Muchos factores influyen en que la superficie del mar, abstracción hecha de olas y mareas, no tenga una superfice uniforme: las corrientes, la mayor o menor salinidad (el norte del Báltico por ser menos salado tiene una altura media 40 cm por encima del sur), las presiones atmosféricas, que lo hunden donde son altas, y también la propia temperatura del agua.
Arriba pongo una imagen de la NASA sobre la anomalía en la altura del mar en el Pacífico estos días. Donde las aguas están más frías son más densas y el nivel baja (en azul) y, al revés, donde las aguas están más cálidas de lo normal, el nivel sube. Se observa muy claramente el fenómeno de la Niña (aguas frías en el Pacifico ecuatorial) que es ya bastante fuerte. La escala viene en milímetros. Hay por lo tanto zonas en las que el mar ha descendido unos 20 cm. Podría llegar a descender en algunas partes hasta 40 cm o más. Y no pasa nada. Es, comparando cifras, mucho más que la supuesta subida de 20 cm temida de aquí a 50 años por el IPCC, nuestra señora ministra y los fotógrafos de Greenpeace.
10 noviembre 2007
Subida perezosa
A pesar del jaleo de que el calentamiento global sigue imparable, de que el incremento de la temperatura global media se acelera, de que el tiempo de salvación se nos acaba, difícilmente se aprecia el incremento durante los últimos años. Y encima, con la Niña, es posible que en los próximos meses baje algo.
Todos los meses, se publican en internet los datos de la temperatura global del mes anterior, tanto los tomados con termómetros en superficie (a dos metros del suelo, como norma), como desde satélites.
Arriba pongo la gráfica de la evolución de temperatura global media, calculada a partir de los datos de la red global de termómetros, desde Enero de 1997 hasta Octubre de 2007. Mes por mes, publicada por el Instituto Goddard de la NASA, con triangulitos negros. La de circulitos rojos incorpora además las temperaturas superficiales del mar. La anomalía es con respecto a la media mensual desde el año 1880 hasta el presente (la última, la de Octubre, ha sido de unos 0,7 ºC para la de los datos de termómetros, y de unos 0,5 ºC para la que incorpora los datos oceánicos).
ref.: http://data.giss.nasa.gov/gistemp/
02 noviembre 2007
Es Niña
Decididamente es Niña, a pesar de que la OMM, la Organización Meteorológica Mundial, alertó a principios de año de que un Niño en el 2007 haría que la temperatura media global de este año marcaría un nuevo record. La inoperancia de los organismos de la ONU para resolver cualquier cosa queda oculta siempre por el invento de una nueva alarma. Así su bien pagada y anónima burocracia (ni del nombre de su secretario jefe me acuerdo ahora) nos mantiene en un permanente susto que nos hace olvidar pedirles resultados concretos en problemas reales.
Arriba pongo el mapa de la anomalía con respecto a la normal de la temperatura del agua superficial del mar el pasado 29 de Octubre. La lengua morada en el ecuador del Pacífico Oriental rodeada de una gran zona azul que avanza hacia el oeste, indica que allí la temperatura del mar está aún más fría de lo normal. Es la Niña.
Normalmente el agua de la zona occidental asiática del Pacífico Ecuatorial tiene una temperatura media superficial de unos 29ºC, pero en la zona oriental americana, la temperatura media es de tan sólo 23ºC, debido al afloramiento en superficie de aguas profundas venidas de las profundidades (upwelling).
Cuando hay Niño la diferencia entre un lado y otro del Pacífico Tropical ya no es tan grande. Los alisios, vientos del este, flojean, y una contracorriente de agua cálida superficial llegada del oeste del Pacífico impide en la parte oriental el afloramiento de las aguas profundas, frías y ricas en CO2 y en nutrientes, que son las que normalmente permiten que las costas de Ecuador, Perú y norte de Chile sean abundantes en plancton y en pesca (lo mismo ocurre en las costas del Sahara, ver aquí).
Cuando hay Niño, además de este fallo en la subida de aguas frías, se produce mayor evaporación debido a la calidez de las aguas superficiales y lluvias torrenciales en aquellas costas. También el Niño provoca un trastocamiento de la circulación general de los vientos, lo que afecta a otras regiones del planeta. La temperatura media global aumenta. El poderoso Niñó de 1997-98, del que hablé en un post anterior, es un ejemplo de ello.
Ahora lo que hay es Niña, que es lo contrario, es decir, una agudización de las diferencias térmicas entre una mitad y otra del Pacífico Tropical. La predicción de Niño o Niña, un elemento muy importante en la determinación de la temperatura global media, sigue estando en mantillas. Ni idea tiene el IPCC de lo que ocurrirá con esto en el futuro. Ni siquiera se sabe si las situaciones de Niño han sido más frecuentes en épocas cálidas o frías.
ref.: mapa: http://weather.unisys.com/surface/sst_anom.html
ídice MEI del Niño/Niña: http://www.cdc.noaa.gov/people/klaus.wolter/MEI/table.html
31 octubre 2007
Desglaciación en el sur
A cuento de los posts anteriores, en un reciente artículo de Science (19 de Octubre) se sugiere que la desglaciación en el hemisferio sur, que se desarrolló a trompicones entre hace unos 19.000 años y unos 12.000 años, fue dirigida por el aumento ocurrido en la insolación de la primavera austral, que fue aumentando en ese período de 240 W/m2 a 270 W/m2.
Este aumento previsible se debe a que a lo largo de los milenios va modificándose el reparto estacional de la radiación solar que llega a la Tierra debido a diversos ciclos (llamados ciclos de Milankovitch) en los valores de la inclinación del eje terrestre, de la excentricidad de la órbita alrededor del sol y de la precesión de los equinoccios. Son estas modificaciones estacionales las que dirigen y han dirigido los ciclos glaciales durante el Cuaternario, aunque todavía no sabemos los mecanismos y el encadenamiento de los efectos, ya que las modificaciones de insolación afectan de forma y tiempo diferente a cada latitud.
Este aumento primaveral de 30 W/m2 durante la última desglaciación habría contribuído al deshielo tanto de los glaciares del hemisferio sur como sobre todo al deshielo de la banquisa de hielo marino que rodea la Antártida. Consecuentemente habría disminuído el albedo, es decir, la pérdida de radiación por reflexión de la luz, reforzando el calentamiento.
De paso habría habido también una suelta de CO2 del mar al aire al haberse producido una mayor ventilación de las aguas. El incremento del CO2, de unas 80 partes por millón, reforzaría también el calentamiento, pero su forzamiento sería del orden de diez veces menor que el provocado por el aumento de la insolación. Algunos cálculos teóricos lo estiman en unos 2,5 W/m2.
ref.: Stott L. et al., Southern hemisphere and deep-sea warming led deglacial atmospheric CO2 rise and tropical warming, Science, 19 Octubre 2007
30 octubre 2007
... y el CO2
Mientras que a los periodistas españoles se les cae la baba con Sarkozy, quien, a cuenta de salvar al planeta del peligro del CO2, va poniendo centrales nucleares y vendiendo por todos los azimuts el uranio enriquecido que fabrica su novia Areva, aquí, en este puto blog, sigo hablando de curvas pleistocénicas y holocénicas, intentando así salvar de la hoguera, ingenuo de mí, al condenado CO2.
Puestos a comparar parecidos, la curva del metano en los últimos 60.000 años (antes de 1750) se parece más a la curva de la temperatura que la del CO2. Las gráficas llegan hasta 1750, porque desde entonces, el progreso humano ha hecho aumentar la concentración de metano (CH4) en la atmósfera de unas 0,6 ppm (partes por millón) a aproximadamente 1,7 ppm (un incremento de casi el 300%) y la del dióxido de carbono de unas 280 ppm a unas 382 ppm (un incremento de casi el 30%).
Lo que me interesa hoy es mostrar, como continuación del post anterior, que en la época glacial y durante la desglaciación la curva del CO2 se parece, pero menos que la del metano, a la de la temperatura. La pongo arriba.
Por ejemplo, durante los episodios de brusco calentamiento, ocurridos durante la glaciación y especialmente en el hemiferio norte, el CO2 responde, pero de forma más amortiguada y lenta que el metano. Esos episodios cálidos (Dansgaard-Oeschger) se deberían probablemente a cambios en las corrientes oceánicas, influenciados quizás por cambios en la insolación.
Es interesante, y poco comentado, que durante el último episodio muy frío del Younger Dryas (entre el 13.000 y el 11.500 antes del presente), que se originó probablemente en el Atlántico Norte y luego afectó a casi todo el planeta (no a la Antártida), la concentración de metano decreció, como se ve en la gráfica del post anterior, y sin embargo, a pesar del enfriamiento, la del CO2 siguió aumentando.
En la época glacial, la concentración de CO2, como la del metano, la del vapor de agua, la del óxido nitroso, etc, responde también a los cambios de temperatura. A diferencia del metano y del óxido nitroso, que es de procedencia continental, el incremento del CO2 durante los períodos de calentamiento es de procedencia oceánica.
28 octubre 2007
El metano y la temperatura en las glaciaciones
Uno de los argumentos más utilizados por los apocalípticos del CO2 es mostrar una gráfica de la evolución térmica de la temperatura durante las glaciaciones junto a otra en que se muestra la evolución de la concentración de ese gas en el aire. Debido a su parecido deducen sin más que el CO2 es el que provoca los ciclos glaciales e interglaciales.
En realidad es más bien al revés. En esa época son los cambios térmicos los que lideran los cambios en la evolución del CO2, aunque es cierto que los cambios producidos en la concentración de CO2 influyen luego, por su efecto invernadero, en la evolución térmica.
Pero lo mismo ocurre con otros factores. Por ejemplo, la evolución térmica determina que sea mayor o menor la extensión de hielos permanentes en los continentes, de tal forma que, si tuviésemos datos para dibujarla, lo más probable es que la curva de esa extensión helada siguiera la curva térmica. A su vez, la extensión del hielo repercutiría luego en las temperaturas, por el llamado efecto albedo, es decir, por el efecto de enfriamiento de un paisaje blanco (albo), que refleja la luz solar y hace que se pierda de nuevo en el espacio extraterrestre.
También, si tuviésemos datos de la concentración en el aire del principal gas invernadero, el vapor de agua, su curva de evolución sin duda sería también semejante a la de las temperaturas.
Pongo arriba (pincharla para verla mejor, por favor), una figura con dos gráficas que abarcan los últimos 60.000 años (hasta el comienzo de la revolución industrial y agrícola en 1750). Una es la de la evolución de la temperatura y otra la del metano (la del CO2 la pondré mañana).
Las dos están obtenidas gracias al análisis de los hielos almacenados durante miles de años en Groenlandia y en la Antártida. Abarcan un período largo de la última glaciación y del actual Holoceno, que comenzó hace 11.500 años. Een azulito, entre el 13.000 y el 11.500 antes del presente, señalo el Younger Dryas, último período frío ocurrido durante la última deglaciación.
La gráfica de más arriba indica la marcha de la temperatura, sin cuantificarla, obtenida indirectamente a partir de un estudio de los isótopos de oxígeno del hielo.
La gráfica de abajo es la marcha de la concentración del metano. Esta sí está cuantificada porque se basa en el análisis de las burbujas de aire atrapadas en las capas de nieve helada.
Se observa entre las dos un parecido muy grande, ya que el metano, que tiene una duración media de vida en el aire de sólo unos 10 años, responde, en su concentración, muy rápidamente a los cambios térmicos. Cuando hace calor, hay más producción de metano en suelos y marismas y más suelta de ese gas a la atmósfera. Luego, el metano repercute también en la temperatura del planeta, ya que es también un gas invernadero.
Es interesante observar que en la curva de evolución del metano se reflejan bastante bien los breves períodos cálidos insertos en los tiempos glaciales, que se llaman oscilaciones cálidas Dansgaard-Oeschger. También en la curva aparece claramente señalado el período frío Younger Dryas.
ref.: Stauffer B. et al, 2002, Atmospheric CO2, CH4 and N2O records over the past 60 000 years based on the comparison of different polar ice cores, Annals of Glaciology, 35
23 octubre 2007
El problema más grande del mundo
Tras tragarme ayer el sermón del escandalizado Gabilondo por la ignorancia de Rajoy y soportar hoy en El País mucho más fariseísmo y golpes de pecho por lo mismo, voy y leo al final que "el volumen de CO2 en el aire fue en 2006 de 231 partes por millón". Total que ellos tampoco saben ni lo básico: con tan poco CO2 estaríamos todavía saliendo de la glaciación, hace unos 11.000 años. Mucho citar al IPCC y ni eso.
La concentración media anual en el 2006 en Mauna Loa, que está en Hawaii y se toma como estación referente global, fue de 382 ppm. Terminada la desglaciación, durante el actual interglacial Holoceno y hasta los tiempos industriales, la concentración más probable fue de 280 ppm.
Arriba pongo la gráfica de la concentración de CO2 desde 1960.
ref.: datos actualizados del CO2 aquí
18 octubre 2007
El CO2 en el pasado
Me pregunta un amigo si no es falso eso de que nunca en la atmósfera de la Tierra ha habido tanto CO2 como ahora. Sí, si es falso. Más bien es al revés, hay ahora menos CO2 del que ha habido en la mayor parte de la historia de la Tierra. Aprovecho y le suelto el rollo. Nostalgia de jubilado que un día fue profe.
La Tierra tiene, como el Sol, unos 4.500 millones de existencia, pero su historia geológica se conoce más o menos bien desde hace unos 540 millones de años. Entonces la evolución de la vida se aceleró en los océanos. Casi abruptamente se multiplicó el número de especies y se modificaron los tamaños y las formas corporales de los animales marinos.
A diferencia de los animales anteriores, pequeños y de cuerpos blandos, las nuevas especies desarrollaron caparazones y esqueletos calcáreos, duros, que han quedado insertos en los estratos de rocas sedimentarias. La abundancia de estos fósiles aporta muchas claves sobre los cambios ocurridos desde entonces en la geología y en el clima. Por eso al último eón, que comienza entonces, se le ha dado el nombre de Fanerozoico, del griego “phanero” (visible o evidente) y “zoe” (vida). El Cámbrico fue su primer período. El Precámbrico, todo lo anterior.
Luego, a mediados del Silúrico, hace unos 420 millones de años, ocurrió un fenómeno biológico fundamental: aparecieron las plantas vasculares, plantas con tallos rígidos y tejidos conductores hechos con una nueva sustancia orgánica, la lignina, que les daba el soporte estructural necesario para poder crecer en vertical. Aparecieron los árboles y se desarrollaron los bosques y esa explosión de vida fue posible en una atmósfera bastante más caliente y húmeda que la actual y con mucho más CO2 en ella que el que hay hoy día.
Después el CO2 del aire fue decreciendo, hasta un nivel muy bajo, semejante al de ahora, probablemente debido al enterramiento de gran parte del CO2 convertido por la fotosíntesis en carbono orgánico. Ocurrió hace 300 millones de años, al final del Carbonífero, llamado así precisamente por eso, por las grandes catidades de carbono que quedaron enterradas sin oxigenación en el subsuelo. La vida ahí fuera, tal como la conocemos ahora, podía haber acabado, por falta de una materia prima esencial: el CO2.
Pero no ocurrio así y de nuevo la actividad volcánica suministró el CO2 necesario al aire. Creced y multiplicaos, dijo entoneces Dios a los dinosaurios, y aprovechándose de una atmósfera riquísima en CO2 que permitía mantener una apetitosa y lujuriante vegetación, tamaño superburger king, así lo hicieron. Y el Jurásico, con una concentración de CO2 de 5 a 10 veces superior a la actual fue su mejor época.
Ay, luego las cosas decayeron y poco a poco, el CO2 fue disminuyendo hasta llegar al triste y frío Cuaternario, en el que estamos metidos desde hace 2 millones de años, con glaciaciones siempre al acecho, y acompañando al frío unas cantidades nimias de CO2, unas 200 partes por millón (un 0,02%), que en los breves milenios interglaciares sube a las 280 ppm, y que nosotros, en este último, hemos hecho subir ya a las 380 ppm. Muy lejos, muy lejos aún, de la abundancia de antaño.
ref.: la fuente de la figura de arriba es del proyecto GEOCARB III dirigido por Robert Berner
11 octubre 2007
9 berzas
El juez británico dictó ayer sentencia sobre el asunto del vídeo de Gore. Según el juez el video contiene 9 berzas. Ahí las pongo. Me da pereza traducirlas, porque hoy precisamente he comido alubias con morcilla y con berza.
Me hace especial gracia la octava, la de los osos polares nadando desesperados buscando hielo. O buscando focas. El juez, con un cierto recochineo dice que sólo hay constancia de que cuatro osos polares han sido encontrados ahogados, y eso por una tormenta.
Da igual. Pronto el berzolari vendrá a España a recoger en olor de multitudes el Príncipe de Asturias.
ref: http://www.dailymail.co.uk/pages/live/articles/news/news.html?in_article_id=486969&in_page_id=1770&in_a_source=
http://news.bbc.co.uk/1/hi/education/7037671.stm
10 octubre 2007
Divergencias hemisféricas.
Del apartado de climatología del foro meteored tomo las figuras de arriba de un post de Tro (éste es su nick) . Son las variaciones en el área de hielo de las banquisas de la Antártida y del Artico desde 1979 hasta ahora. Como las banquisas son hielos marinos estacionales, las gráficas suben y bajan cada año, alcanzando los máximos de área al final del invierno correspondiente y los mínimos al final del verano. Señala Tro que parece curioso que en los últimos cinco años la tendencia de los máximos haya sido opuesta en una zona polar y en la otra. Si la tendencia de la Antártida hubiese sido a la baja como en el Artico la habríamos tenido gorda.
En la historia del clima ha habido períodos, detectables en escalas mucho más largas que cinco años, en los que las temperaturas de la Antártida y del Artico siguieron tendencias opuestas. La más próxima y más importante ocurrió durante la última desglaciación, en el episodio llamado Younger Dryas, ocurrido entre el 13.000 y el 11.500 antes del presente, en el que el calentamiento nórdico se paró y hubo un enfriamiento no sólo del Artico (analizado en los hielos de Groenlandia) sino probablemente en gran parte del hemisferio norte. Mientras, la Antártida siguió calentándose y este calentamiento parece que afectó a gran parte del hemisferio sur, tal y como parece corroborar un estudio reciente, publicado en Geophysical Research Letters, que analiza las paleotemperaturas en el sur de Australia y su relación con la Antártida.
Probablemente la causa de la divergencia de estos últimos y pocos años no tenga nada que ver con lo ocurrido entonces, que duró siglos. Pero haberla, la ha habido, aunque en los periódicos no te enteres.
ref.: Calvo E. et al., 2007, Antarctic deglacial pattern in a 30 kyr record of sea surface temperature offshore South Australia, Geophysical Research Letters, vol 34, L13707
sobre las fases de la desglaciación aquí
08 octubre 2007
Tranquilos Trópicos
La palabra "anómalo" o "anomalía" en términos climáticos no es sino la desviación de los valores con respecto a las medias. Esto no implica ninguna rareza, porque el clima es raro de por sí y odia las rutinas puntillosas, para histeria de aquellos que les gustaría que se comportase de forma metódica y aburrida.
Este año comenzó con la predicción oficial de un Niño intenso y, sin embargo, la tendencia de los meses siguientes ha sido la contraria, una Niña que nace. El Niño es el calentamiento anómalo de las aguas tropicales de la mitad oriental del Pacífico. La Niña es el fenómeno contrario, un enfriamiento anómalo de aquellas aguas. El fenómeno, más o menos cíclico, es natural, pero todavía bastante mal entendido.
El mapa de arriba muestra la anomalía de la temperatura de la superficie del mar hace unos días (se puede consultar diariamente por internet aquí). El Pacífico oriental se colorea con azul fuerte y violeta porque allí intenta desarrollarse una Niña prematura. En algunas partes la anomalía negativa supera los 4ºC.
Abajo pongo la evolución de la anomalía de la temperatura del aire (desde 0 metros hasta unos 3.000 metros de altura) en esa zona tropical, desde Enero de 1990 hasta el reciente Septiembre del 2007. La temperatura del agua y, por lo tanto, si hay Niño o Niña o nada, es lo que más influencia tiene en la evolución de la temperatura del aire. Por eso destaca el subidón de la temperatura del aire durante El Niño de 1997/98.
ref.: John Christy & Roy Spencer, University of Alabama in Huntsville - NASA
una explicación de lo que es El Niño aquí
06 octubre 2007
Más papistas que el Papa
Aquí escucho en el telediario oficial que la lluvia y el granizo de Mallorca se deben al cambio climático y en CNN+ anuncian para este mes la transmisión de la película de Gore.
Mientras, en la CNN americana el presentador del tiempo no puede aguantarse y suelta unos aplausos y unos bravos a la noticia de la sentencia (la del post anterior) que acaba de leer su compañera con una risilla cómplice.
Pongo el video:
04 octubre 2007
Dimmock no quiere video
El señor de arriba, el camionero Stewart Dimmock, con dos hijos, no estaba de acuerdo conque en las escuelas del Reino Unido se pasase el video del abogado Al Gore, del que el gobierno de Su Majestad ha repartido miles de copias, para la buena educación ecológica de los niños.
Tras denunciarlo a la Alta Corte del Reino y tras tres días de deliberación, el juez dice que va a determinar que en las escuelas en que se muestre el susodicho video el maestro ha de advertir previamente que contiene afirmaciones políticamente partidistas y que existen otras opiniones sobre el asunto.
http://www.dailymail.co.uk/pages/live/articles/news/worldnews.html?in_article_id=485336&in_page_id=1811
http://www.telegraph.co.uk/earth/main.jhtml?xml=/earth/2007/10/02/eagore102.xml
Hielo en Septiembre
Pongo arriba una gráfica que recoge la evolución de la extensión media de los hielos marinos que rodean la Antártida y de los que ocupan el Artico durante los meses de Septiembre, desde 1979 hasta el 2007. En un post anterior ("Osos y pingüinos") puse unos mapas que aclaran el asunto.
En Septiembre la extensión media del hielo marino de la Antártida es de unos 18 millones de km2. En la gráfica se observa que ha habido en los últimos años una ligera tendencia al aumento. También en Septiembre, pero en el Artico, la extensión media de los hielos es de unos 7 millones de kilómetros cuadrados. En los últimos años, y sobre todo en éste del 2007, ha habido una tendencia a la reducción.
El CO2 ha aumentado lo mismo en una y otra zona.
Entonces ¿qué es lo que pasa?. Hay análisis que achacan el mayor deshielo ártico a una mayor entrada de aguas cálidas en ese océano en años anteriores, al incremento del ozono troposférico llegado de latitudes más bajas que ha ido reduciendo el espesor del hielo multianual, a las partículas de polvo y humo que han incrementado las nieblas árticas, a cambios en la circulación de las corrientes que mueven los hielos ... No se sabe. Ya veremos si continúa así la tendencia.
¿Y el ligero aumento en la Antártida? Pues todavía se explica menos.
ref.: National Snow and Ice Data Center
nota: por "extensión" del hielo se entiende el área de la zona en la que el hielo marino ocupa al menos un 15% de la superficie
03 octubre 2007
España se seca
"¡Almadenenses y españoles todos!....(¡Franco! ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!)
Después de tres años de guerra, cinco de post-guerra y nueve de una pertinaz sequía, hoy España, cuna de civilizaciones, estandarte del catolicismo ....."
...
Nueve años de pertinaz sequía. Ni Greenpeace habría soñado tanto.
Hoy, Octubre de 2007, mientras una "gota fría" de las de Mariano Medina hace de las suyas, publica el Instituto Nacional de Meteorología el dato de la precipitación media anual en España durante el ultimo año hidrológico (1 de octubre-30 de septiembre). Han sido 701 mm (litros/m2). Un poco más de la media.
Nos dicen, repiten, machacan, desde que se acabó la guerra, que España se seca. Arriba pongo la gráfica de la precipitación media anual desde 1947. Juzguen ustedes.
ref.: INM
Maniqueos
Los estomas en las plantas son los poros de las hojas por donde entra el CO2 del aire, componente esencial de la fotosíntesis. Cuando hay mucho CO2 en la atmósfera los estomas se cierran para que entre menos. El análisis de las variaciones de la densidad de estomas en la superficie de las hojas de árboles fósiles muy antiguos, como el ginkgo, permite pensar que en tiempos remotos hubo perídodos de alta concentración de CO2. El material recogido en herbolarios a lo largo de los últimos dos siglos parece mostrar una disminución de la densidad espacial de los estomas a medida que la concentración de dióxido de carbono ha ido aumentando recientemente.
Por los estomas no sólo entra CO2 sino que también sale vapor de agua. La planta transpira por ellos. Cuando los estomas se cierran, o no se abren del todo, las plantas sudan menos y tienen menos necesidad de agua. El agua se queda en el suelo.
En un reciente artículo de Nature, que parte de la idea de que en los últimos años ha aumentado el caudal global de los ríos, se achaca este aumento en gran medida a que los suelos retienen ahora más humedad que antes. En un modelo sobre este efecto fisiológico del incremento de CO2 atmosférico se calcula que su duplicación supondría un aumento del caudal de los ríos en un 6%.
El incremento de CO2, por lo tanto, al humidificar el suelo, reduciría las zonas áridas con agua insuficiente para el crecimiento de la vegetación. Los ríos serían más caudalosos y aprovechables.
Sin embargo, los maniqueos editorialistas de Nature, en una entradilla anterior de presentación del artículo, nos asustan conque el incremento del CO2, debido a este efecto de humidificación, lo que hará es incrementar las inundaciones.
ref. :Betts R. et al., Projected increase in continental runoff due to plant responses to increasing carbon dioxide, Nature, 30 Agosto 2007
Fotosintesis y respiracion
30 septiembre 2007
La marea de ayer
Salieron ayer en el El Diario Vasco estas fotos. Son una vista de la playa de La Concha, aquí, en San Sebastián. Fueron tomadas con una diferencia de poco más de seis horas entre una y otra, cuando por caprichos de la Luna, del Sol y de la Tierra, la diferencia entre la pleamar y la bajamar fue de 5,33 metros. Y no había olas, ni tsunamis.
Qué nos importará a los cangrejos que de aquí al 2050 nos suban o bajen las mareas 10 o 20 centímetros más, como pronostica el IPCC. No somos bobos, nos moveremos y ya.
Me escribe el dueño de una casa que tiene un molino de mareas en la ría de Gernika, y que no ha cambiado de lugar desde que se construyó allí hace siglos. Cuando sube la marea atrapa el agua en una piscina, cuando baja, la deja caer. Me dice que nadie mejor que él para saber si en las pleamares sube el mar más o menos que antes. Y no ha notado nada especial en los últimos 40 años. Tampoco.
ps. sobre la subida del mar, tengo esta página aquí
26 septiembre 2007
Alimentos
A pesar del pretendido empeoramiento global del clima, la producción global de alimentos ha aumentado en las últimas décadas bastante más que el crecimiento de la población humana. Según un índice de la FAO la producción alimentaria global se ha multiplicado por dos veces y media desde 1960, mientras que el crecimiento de la población no ha llegado a duplicarse. En la gráfica de arriba la línea azul representa la producción de alimentos y la línea roja superior el aumento de la población. La línea roja de abajo refleja la población con una alimentación insuficiente.
La mejora no se ha debido al cultivo de más tierra sino a la mejora enorme de la productividad por hectárea cultivada, tanto debida a la mayor extensión de los regadíos como al mayor y mejor uso de pesticidas y fertilizantes. En la figura de la derecha se representa la evolución de la productividad de cereales, en toneladas por hectárea, según diversas regiones. En los países desarrollados lo cosechado por hectárea se ha más que duplicado pero en los países subdesarrollados de Africa apenas ha mejorado.
Pongo abajo otra gráfica más sobre la utilización de fertilizantes por regiones, que es bastante indicativa de que el subdesarrollo no se debe al cambio climático, sino a la falta de medios para desarrollar una moderna agricultura.
referencias: FAOstat
Africa Renewal
21 septiembre 2007
EEUU, más limpio
Está mal decirlo (sobre todo yo, que soy de izquierdas) pero en Estados Unidos el aire está cada vez más limpio. Leo una información del Periódico de Catalunya que entre las grandes ciudades más contaminadas del mundo por partículas flotantes Los Angeles está en el puesto 13 y Nueva York en el 24. Barcelona está en el 8 (dicen en el Periódico que la primera razón del mal puesto de Barcelona es porque llueve menos, qué risa).
Las tres más contaminadas del ranking son Nueva Delhi, Pekín y Bombay. No es porque llueve menos, es porque tienen que quemar combustibles de todo tipo, lo que pueden y como pueden, de forma más ineficiente y más sucia.
Aunque gracias a la propaganda extrañe a muchos, una combustión limpia es aquélla en la que los desechos resultantes son CO2 y H2O (como en la respiración). Y no otros.
Pongo arriba una gráfica de un informe reciente de la poderosa Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) de los Estados Unidos (pinchar en ella para verla más grande). El índice aglomerado de las emisiones de los seis contaminantes principales del aire se ha reducido a menos de la mitad desde 1970. Y a la vez el consumo de energía ha aumentado un 49% y los kilómetros recorridos un 177 %. Será que llueve más.
Los seis contaminantes que se consideran principales son:
1. el monóxido de carbono (CO)
2. los óxidos de nitrógeno (NOx) que producen ozono, es decir, óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2)
3. las partículas flotantes (humo)
4. el dióxido de azufre (SO2)
5. los compuestos volátiles orgánicos (VOC)
6. el plomo
Pongo abajo la tabla con la evolución de cada uno.
ref.: Air Trends, USA Environmental Protection Agency
19 septiembre 2007
Sin noticias del agujero
El agujero de ozono de la Antártida no es noticia. Y sin embargo, como las uvas y los higos, está de temporada.
El "agujero" no es un agujero. Es una disminución temporal, que dura de agosto a diciembre, en el total de ozono que hay sobre la Antártida. Se considera que hay "agujero" allí en donde el ozono total en la columna de aire, desde el suelo hasta la estratosfera, no supere las 220 unidades dobson, o lo que es lo mismo, unos 2,2 milímetros de grosor si todo él fuese traído a ras del suelo.
Arriba pongo el mapa del pasado día 16 de Septiembre en el que se indica la cantidad total de ozono, medido en unidades dobson.
El agujero de ozono de la Antártida, en donde el sol estos días apenas asoma unos grados por encima del horizonte, nunca ha sido peligroso para la población humana.
El agujero de la Antártida suele estar rodeado, como se observa en el mapa, de un anillo de alta concentración de ozono, que lo separa de las zonas pobladas. Quizás llegue a alcanzar el sur de Chile o de Argentina pero en algunas zonas tropicales, véase Indonesia, la cantidad de ozono es también pequeña, poco más de las 220 unidades dobson, y allí el Sol sí que pega. Es lo normal, ahora y siempre.
Cuando, allá por diciembre, se muevan los vientos que giran alrededor de la Antártida y se rompa su trayectoria circular, entrará ozono en el vórtice polar y sobre el continente austral se alcanzarán, como todos los años, máximos mundiales.
Abajo pongo un gráfico de la evolución del área del agujero. Se señala la evolución en diferentes años. La propaganda oficial nos dice que el Protocolo de Montreal, que en 1987 prohibió los CFCs, fue magnífico y resolvió el "problema". En realidad, la extensión del agujero del año pasado (en rojo) superó con creces la media, y este año (rombitos negros) lleva camino de lo mismo.
ref: Total Ozone Mapping Spectrometer (NASA)
17 septiembre 2007
Sospechoso habitual
No es verdad como publica "El País" este domingo que El paso del noroeste, entre Canadá y EEUU, (haya quedado) libre de hielo por primera vez en la historia.
El paso del noroeste es la posible ruta marina que entre las islas del norte de Canadá se puede seguir para alcanzar el Océano Pacífico desde el Océano Atlántico, aprovechando los pocos días que los canales entre ellas se deshielan. Recientes investigaciones basadas en el estudio de los fósiles de ballenas indican que posiblemente el paso estuvo abierto al principio del Holoceno, hace unos 10.000 años, y posiblemente también lo estuvo durante el óptimo climático (hypsithermal) del Holoceno medio, hace unos 6.000 años.
De quedar abierto el paso con una cierta permanencia lo podrían aprovechar los mercantes y disminuiría en cientos de millas la travesía de Europa a Asia. Pero ya en las últimas décadas diversos barcos pequeños han conseguido hacer la travesía en verano.
Una mañana de Junio de 1977 el marinero belga Willy de Roos zarpó de un puerto de Inglaterra y el 18 de Septiembre llegó al Pacífico habiendo seguido esa ruta ártica. La hazaña la realizó en su Williwaw, un yate de acero de 13 metros de eslora.
Como he dicho en el post anterior, a la vez que el Artico ha batido este verano el record de la extensión mínima del hielo, la banquisa de la Antártida está a punto de batir estos mismos días el record de la extensión invernal máxima. Es decir, lo contrario.
El CO2, sospechoso habitual, no ha podido cometer los dos crímenes, pues su concentración atmosférica en los dos sitios ha aumentado. El caso es más complejo de lo que pretende el periódico.
Abajo pongo una gráfica en la que se indica la evolución del CO2 en Barrow (estación del Artico, en el norte de Alaska, en azul) y en el Polo Sur (estación Amundsen-Scott, en negro). El incremento es el mismo aunque en Barrow los dientes de sierra estacionales son mayores debido a la influencia de los ciclos vegetativos del hemisferio norte.
ref.: J.E.Overland & K.Wood, 2003, Accounts from 19-th century canadian Actic Explorers'Logs, EOS, 84, 40
Fisher D. et al., 2006, Natural variability of Arctic Sea Ice over the Holocene, EOS, 28, 273
National Snow and Ice Data Center (NSIDC)
11 septiembre 2007
Osos y pingüinos
Estos días las banquisas, o hielos marinos, del Artico y de la Antártida cubren áreas muy desiguales. Pongo arriba dos mapas a la misma escala que permiten comparar visualmente la extensiones el pasado 7 de Septiembre.
Es ahora el final del verano boreal y la banquisa ártica queda muy reducida. Este año además ha batido ampliamente el récord de los mínimos desde 1979, año en la que comienzan las mediciones satelitales.
Es ahora también el final del invierno austral y la banquisa que rodea la Antártida cubre un área enorme, que también, aunque menos espectacularmente, ha batido el record de extensión máxima desde que se hacen mediciones.
Comienza a ponerse oscuro el Artico y a aclararse el cielo sobre la Antártida.
Dentro de seis meses la banquisa ártica, con un par de metros de espesor de hielo, recubrirá de nuevo todo ese océano y algunas aguas colindantes, como las del mar de Bering. Entre los huecos que se abran saldrán a respirar las focas. Los osos las estarán esperando ansiosos por zampárselas.
En la Antártida desaparecerá por completo la banquisa marina que la rodea. Los pingüinos tomarán el sol en las rocas de la costa. Para darse un chapuzón y comerse unas gambas no tendrán que caminar mucho pues el agua quedará ahí mismo, muy cerca.
referencia: Institute of Environmental Physics, University of Bremen
08 septiembre 2007
El color del CO2 es el verde
En un tenebroso anuncio de Medio Ambiente, el color del CO2 es un gris plomizo que provoca un cielo bajo y agobiante. En la realidad, el CO2 es un gas incoloro. No se ve. El cielo, sin nubes, sigue ahí, azul, y abajo, por chocante que sea, aumenta lo verde.
Se sabe que gran parte del CO2 emitido en la quema de combusibles fósiles no se queda en la atmósfera. Ese carbono atmosférico, gracias a la función clorofílica y a su combinación con el agua, renace en forma de carbono orgánico e incrementa el reservorio de los combustibles vivos, las plantas, los árboles. Aumentan las hojas, aumenta el verde. Por chocante que parezca.
Los análisis de la radiación reflejada captada desde satélites lo corroboran. Después se elaboran mapas, pero se publican poco. No en Nature o Science, por ejemplo.
En un artículo de Geophysical Research Letters encuentro el que pongo arriba. El artículo se titula "Efecto de los cambios del clima y del CO2 en el reverdecimiento del Hemisferio Norte durante las pasadas dos décadas". La conclusión según este estudio es que a escala hemisférica (por encima de 25ºN) el aumento térmico ha contribuído al reverdecimiento en un 31%, el de las precipitaciones en un 13%, y el incremento del CO2, potenciando la fotosíntesis, ha sido el factor más importante: un 49%.
ps. El mapa representa la variación del índice LAI (leaf area index) durante la estación de crecimiento Mayo-Septiembre. El índice LAI es el cociente entre la superficie de las hojas vivas y la superficie del suelo sobre la que crece la planta. Suele variar entre 0 y 5.
ref.: Piao S. et al., 2006, Effect of climate and CO2 changes on the greening of the Northern Hemisphere over the past two decades, GRL, 9 Diciembre 2006
03 septiembre 2007
Vendo carbón
No he visto nunca anuncios de carbón. No tiene necesidad del viento de la publicidad.
El carbón se lleva el 40% del pastel de la producción eléctrica global. Leo en Science que su participación va a ir en aumento en Estados Unidos: del 48% hoy al 55% esperado en el 2030. En China, en donde se construyen dos centrales térmicas de carbón por semana, supone el 80% de la fuente de electricidad y en la India el 70%. En Alemania, el 50% de la electricidad se obtiene del carbón y en España sigue siendo, con el 30%, la fuente abastecedora principal.
El carbón es abundante, hay reservas para siglos y está bien repartido. Si su precio no lo sube la ONU con la ayuda del IPCC, el carbón seguirá siendo por muchas décadas y a nivel global la fuente más barata de electricidad.
Su talón de Aquiles es que la utilización del carbón como fuente eléctrica supone nada menos que el 30% de las emisiones antrópicas de CO2. Esto es más que el CO2 producido por todo el transporte global. Por eso todos los negocios energéticos de fuentes diferentes, con la intención de llevarse más del "mix" (es decir, del pastel), le atacan, vía CO2, culpándole de los horrores del cambio climático.
Quizás tengan que buscar otros talones porque ya, ingenieros poco habladores, se las ingenian para poder recogerlo antes de que salga a la atmósfera. Ese CO2 recogido se guarda o se vende. Leo en ese artículo de Science que de una central térmica de carbón de Estados Unidos proviene casi todo el CO2 de las burbujas de las cocacolas que se toman los americanos.
Mientras, ganando tiempo a la competencia y a la subida inexorable del mar, que a mí ya me llega por las rodillas, los principales países exportadores, Australia, Indonesia, Rusia, Suráfrica, China, Colombia (más que café) ..., ponen piedritas en el Kioto 2.
ref.: "Making dirty coal plants cleaner", Science, 13 July 2007
World Coal Institute
31 agosto 2007
Pinatubo y Niño
Dos fenómenos naturales, la erupción del volcán Pinatubo en Junio de 1991 y el fenómeno oceánico del Niño, en 1997-1998, son lo más relevante en las gráficas de la temperatura media global en el período reciente Enero 1990 - Julio 2007.
Represento arriba, en gráficas separadas, mes a mes, la marcha de la temperatura media del hemisferio norte (rojo) y del hemisferio sur (azul). Los valores son las diferencias o anomalías de cada mes con respecto a la media mensual en un período de referencia (1979-1998).
La erupción del Pinatubo, en Filipinas, inyectó en la estratosfera grandes cantidades de SO2, que convertido en sulfatos, veló la atmósfera planetaria durante varios meses y redujo la temperatura media en varias décimas.
El intenso fenómeno del Niño, con un cambio en las corrientes marinas del Pacífico Ecuatorial, provocó que 1998 fuese a nivel planetario el año más cálido de estos ultimos 17 años.
referencia: John Christy, Universidad de Alabama (temperaturas desde satélites):