Durante la época álgida de la última deglaciación, entre el 14.000 y el 9.000 antes del presente —en la transición del Pleistoceno al actual interglacial Holoceno—, la subida del mar fue bastante regular y su pendiente de subida fue de unos 12 milímetros por año.
En el último siglo, la subida media ha sido de unos 2 milímetros, seis veces menor que la subida de aquellos milenios. Es pues falso decir que el ritmo de subida actual es inaudito. Es mucho menor que lo vivido durante milenios y, además, esta ligera subida media es probablemente una continuación de los restos de la última deglaciación. Es cierto que los análisis de la subida realizados con mediciones satelitarias indican una pendiente algo mayor, de unos 2,5 o 3 milímetros por año, pero no se observa en la propia serie satelitaria ninguna aceleración. Una subida media tan pequeña y tan lenta, de unos 20 o 30 centímetros por siglo, pasa y pasará desapercibida para el común de los humanos. En muchas zonas, por ejemplo en el Báltico, el mar seguirá descendiendo con respecto a la tierra que, recuperándose del peso de hielo que tenía encima, aún sigue levantándose. 2 o 3 milímetros de subida media al año son bien pocos con respecto a otros procesos. que influyen en la variación del nivel del mar
De un nuevo estudio de los corales de Tahití realizado por el especialista Edouard Bard, y publicado recientemente en Science, extraigo la figura de arriba (que verán más grande y mejor si pinchan en ella).
Es interesante también observar en la figura que la evolución de la temperatura en Groenlandia (en rojo) no guarda una buena correlación con la subida del mar. Así, durante el último período de enfriamiento del Pleistoceno (el milenio llamado Younger Dryas) el mar, aunque con un menor ritmo (7 mm/año), siguió subiendo.
ref.: Bard E., et al., Deglatial meltwater pulse 1B and Younger Dryas sea levels revisited with boreholes at Tahiti, Science, 5 Marzo 2010