Berlín
Este invierno (Diciembre-Enero-Febrero) ha sido el invierno más gris que ha tenido Alemania en los últimos 43 años. Unas cien horas de sol solamente. Alemania es ya de por sí un territorio triste y este invierno lo ha sido especialmente.
No obstante, es el país del mundo — hasta que China pronto le adelante— con más producción de electricidad solar, aportando las placas —cada vez con más frecuencia fabricadas en China— un 5 % de la producción eléctrica total.
Los subsidios del estado alemán a los productores de este tipo de energía alcanzaron en el 2012 los 20.000 millones de euros anuales. No está mal.
Para satisfacer esos subsidios, se calcula que, por término medio, un hogar de tres personas paga un impuesto al Sol en la cuenta de la electricidad de unos 175 euros al año. Al parecer, la religión ecologista está muy enraizada en las almas alemanas y pagan ese plus sin rechistar.
Sin embargo, el demonio no ha sido ahuyentado y la emisión de CO2 del país germánico no disminuyó en el 2012, ya que la utilización de carbón, que aumentó, aportó el 45 % de la electricidad del país.
Germany-darkest-winter-in-43-years
How germanys-energy-transformation-has-turned-into-a-crisis
Carbon emissions from power, industry unchanged last year