30 agosto 2009

El Sol decide














Radiación solar media entre el 21 de junio y 20 de julio en las latitudes 45ºN y 65ºN en el tope de la atmósfera entre el 50.000 y el 10.000 (Clark, 2009)

Hace 20.000 años dos enormes acumulaciones de hielo, de varios kilómetros de espesor cubrían gran parte de Norteamérica y del norte de Europa. La glaciación había llegado a su máximum. Sus principales características: mucho frío, mucho hielo continental y el mar unos 120 metros por debajo de su nivel actual.

Entonces comenzó el deshielo. Durante los veranos del hemisferio norte la atmósfera terrestre en esas latitudes empezó a recibir más insolación debido los cambios en la configuración de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

La radiación solar veraniega comenzó a aumentar en aquellas latitudes, entre 45ºN y 65ºN, en las que se asentaban aquellos inestables, pero enormes, mantos de hielo continental. Allí en los veranos de hace 20.000 años la atmósfera recibía 460 Watios por metro cuadrado y tras el invcremento y al fin de la deglaciación, hace unos 10.000 años, la insolación veraniega había subido a 500 Watios por metro cuadrado. Un incremento de casi 50 W/m2.

Este paulatino aumento de la insolación veraniega en esas latitudes fue el principal factor del deshielo. Con la mayor insolación, el hielo se derretía en verano en mayor cantidad del que se acumulaba en invierno, hasta que los enormes domos de hielo norteamericano y escandinavo, formados durante la glaciación, llegaron a desaparecer. Groenlandia, sin embargo, resistió.

Por otra parte, a medida que aquellos grandes casquetes se derretían, disminuía el blancor de la Tierra, pues zonas de hielo blanco o regiones blanquecinas de tundras adyacentes eran sustituidas por zonas verdes de vegetación con arbustos y árboles que absorbían más luz solar y reforzaban el calentamiento superficial.

Con el calentamiento aumentaba también la evaporación y la capacidad higrométrica del aire, con lo que el principal gas invernadero del aire, el vapor de agua, aumentaba su concentración y reforzaba la subida térmica.

Disminuía, por el contrario, el polvo atmosférico en suspensión, porque la humedad mojaba áreas anteriormente áridas. La atmósfera se hacía más diáfana y ello propiciaba una mayor entrada de insolación y más calentamiento.

Por mecanismos más complejos aumentaban otros gases invernadero. De los suelos se escapaba más metano y el mar soltaba a la atmósfera más CO2. Su concentración atmosférica pasó de una 180 partes por millón a unas 260 ppm al final de la deglaciación y provocó un aumento de la radiación térmica global de unos 2, 4 W/m2, lo cual contribuiyó también al cambio climático.

Pero a pesar del énfasis en el CO2, lo que parece más probable es que la característica más importante de la deglaciación, el derretimiento de los grandes casquetes de hielo norteamericano y escandinavo, así como la subida del nivel del mar que provocó su deshielo, fue provocada en primera instancia por el gran cambio en la insolación veraniega en aquellas latitudes.

Luego, entrado el actual período postglacial (el Holoceno), la radiación solar veraniega comenzó a disminuir en esas latitudes y hoy en día, la radiación total que se recibe allí, a pesar del aumento del CO2, es bastante menor que la que se recibía hace 10.000 años.

Esto parece indicar que Groenlandia seguirá sin deshelarse.

ref. Clark P. et al., "The Last Glacial Maximum", Science, 7 August 2009


25 agosto 2009

Antártida, la realidad y los modelos


Los modelos del IPCC son unánimes, Ban Ki Moon y Fidel Castro también, la Antártida se calienta y se deshiela. Las observaciones, sin embargo, no indican eso.


Esta es la gráfica de la desviación respecto a la media de la temperatura en el conjunto de la Antártida (en ºC), de 1880 a 1999 calculada esencialmente con datos sobre los isótopos del hielo y publicada hace unos meses en Geophysical Research Letters, una revista que, como las demás, no publicita todo lo que publica sino sólo lo que es ortodoxamente correcto. Así que para enterarse de lo interesante hay que suscribirse a ella y pagar una millonada, aparte de tener el tiempo libre de jubileta del que gozo yo para rebuscar en ella gráficas heterodoxas.

Como se observa, no se ha producido ningún calentamiento.

Sin embargo, en las gráficas que pongo abajo y que son las de unos cuantos modelos predictivos del IPCC aplicados al pasado, la Antártida se habría tenido que calentar (GRA representa el conjunto de ellos).



ps. en descargo de Ban Ki Moon y de Fidel Castro habría que indicar que probablemente se arman bastante lío entre el Artico y la Antártida y no los distinguen muy bien. Uno, Ban Ki Moon, porque viaja tanto y tan deprisa que no se entera de la media la mitad, como perfectamente se le aprecia en el gesto de permanente despiste, y el otro, porque ya no da, afortunadamente.

ref.: "Twentieth century Antarctic air temperature and snowfall simulations by IPCC climate models" A. Monaghan et al., Geophysical Research Letters , L0752, 2008

23 agosto 2009

Kiribati, un dragón lejano


Evolución del nivel del mar en Kiribati (en metros, con respecto al valor medio)

La gráfica de arriba representa las anomalías del nivel del mar, en metros, en un atolón de las Kiribati durante los últimos 16 años. En rojo, cuando el mar ha estado por encima del valor medio del período; en azul, cuando ha estado por debajo. Lo más destacable es la bajada del mar en algo más de 20 centímetros durante el episodio del Niño de finales de 1997 y principios de 1998. Aunque El Niño produzca a escala global una subida de la temperatura y también del nivel del mar, en el Pacífico Occidental lo que produce es una bajada.

Entre las emociones más comunes que transmiten los payasos del Gran Circo Climático está la del miedo. En el asunto de la subida del mar fallan bastante. El payaso se afana en meter miedo a los habitantes de la costa pronosticando que el mar anegará sus casas. Pero en espectadores como yo, con más de medio siglo viviendo sobre la arena y sin notarlo, esa amenaza no causa nada, ni risa ni miedo. Más impotencia y lágrimas produce la Ley de Costas del gobierno que nos salva de las aguas.

La otra táctica emocional importante, a la que se denuncia menos aunque es igual de reaccionaria, es la del intento de hacernos sentir culpables de brumosas catástrofes lejanas.

Por ejemplo, desde hace décadas tratan de hacernos culpables de que, por culpa de nuestras emisiones de CO2, a lejanas islas como las Maldivas, Tuvalu o las Kiribati, se las esté tragando el agua y con tal velocidad que ya están en marcha planes de evacuación de sus habitantes.

Pues bien, desde hace bastantes años se hace un seguimiento preciso de varias islas del Pacífico Occidental, no muy alejadas de Australia y Nueva Zelanda, principales países que financian el proyecto (South Pacific Sea Level and Climate Monitoring Project).

Los cambios del nivel del mar en las Kiribati, están en su mayor parte (no en toda) relacionados con los cambios en la presión atmosférica. Cuando hay alta presión, el mar se hunde unos centímetros ante el mayor peso del aire que tiene encima. Y cuando la presión es baja, el mar se abomba y el nivel del mar sube. Pongo ahora, una debajo de la otra, las gráficas de anomalías de la presión (en milibares) y del nivel del mar (en metros), en ese período y en el mismo atolón de las Kiribati. Se observa la relación inversa.

Anomalías de presión barométrica y del nivel del mar en Kiribati

Leo al final del artículo que la evolución general del nivel del mar no preocupa a los habitantes de Kiribati. Como a mí no me preocupa que se anegue mi barrio.

La teoría de la acelerada trangresión marina y su peligro es una excusa bien aprovechada por el dictadorzuelo de turno de aquella república y de reporteros sin escrúpulos que combinan profesión y vacaciones pagadas. Amén de científicos de lenguaje ambiguo, como el que suscribe el artículo del que tomo la gráfica.

ref.: Awnesh Singh, 2009, "A study of sea-level changes in the Kiribati area for the last 16 years", Weather, August 2009.


10 agosto 2009

El agujero global


Poco calor en Julio en el nordeste de EEUU. En 6 estados, incluído el de Obama, la temperatura media del mes ha sido la más fría en 115 años. Debe ser por culpa del agujero global. Al haber acabado con el ozono se les ha escapado todo el calor. Habrá que echar más CO2.

ref. http://www.ncdc.noaa.gov/climate-monitoring/index.php