14 diciembre 2008

Hermosura de árboles


En la fotografía de arriba no se ven los chorros de CO2 que salen por esas torres metálicas. No se ven porque el CO2 gaseoso es invisible.   

Se trata de uno de los múltiples experimentos que desde hace entre una y dos décadas se llevan a cabo para saber cómo afectaría un aumento de la concentración atmosférica de CO2 al crecimiento de árboles, cultivos y plantas, al aire libre. Los chorros de CO2 mantienen el aire dentro del recinto boscoso con una concentración de ese gas doble de la normal.

En todos los experimentos, como era de esperar, la vegetación ha crecido más. Ocurre que el aumento del CO2 potencia la fotosíntesis y, además, provoca el cierre parcial de los estomas, por lo que las hojas transpiran menos y aguantan mejor la escasez hídrica. Total, que los árboles crecen que es una hermosura.

Leo en la revista Nature que varios de estos experimentos se van a dar por concluidos ya que requieren grandes cantidades de CO2. Y el CO2 cuesta dinero. Se me ocurre que si salen bien los proyectos de captura y almacenamiento subterráneo, quizás el CO2 guardado sea utilizado en el futuro para aumentar la fertilidad de bosques, pastos y cultivos.