13 diciembre 2007

¿Es esta curva peligrosa?


Desde el año 1979 (hace ya 28 años) se puede medir desde satélites la temperatura en diferentes niveles de la atmósfera. Lo hacen unos aparatos llamados MSU (Microwave Sounding Unit) y AMSU (Advanced Microwave Sounding Unit). Los aparatos han sido y son transportados por satélites americanos sucesivos de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration). Los aparatos captan las microondas que emite el oxigeno del aire y de ahí deducen la temperatura en bloque de la Baja Troposfera (entre más o menos 0 y 4km de altura). Las mediciones son más dfíciles en los polos y, sobre todo, en la Antártida, debido a la gran altitud de este continente, en donde el domo de hielo supera los 3.500 metros de altura.

Los cálculos y la publicación mensual de los resultados, que se pueden consultar libremente por internet, lo efectúan dos equipos independientes. Uno el formado por la pareja John Christy y Roy Spencer, de la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH) y otro, más reciente, por Carl Mears y Frank Wentz, del organismo privado Remote Sensing Systems (RSS). Las gráficas resultantes suelen ser muy parecidas y también se parecen mucho a las de la evolución de la temperatura global calculadas a partir de la red de termómetros superficiales, que suelen calcular y publicar otros dos equipos: el dirigido por James Hansen del Goddard Institute for Space Studies (GISS) y el dirigido por Phil Jones del Climatic Research Unit (CRU), de la universidad inglesa de East Anglia.

Arriba pongo la gráfica de la evolución térmica en la Baja Troposfera según el grpo RSS, de mediciones por satélite (pinchen en ella para verla más grande).

Algunos verán en esta gráfica un motivo de inquietud, porque, aparte de los altibajos provocados por los Niños (calentamiento) y por el volcán Pinatubo (enfriamiento), hay en general, de fondo, una subida de 0,017 ºC/año, que atribuyen, cómo no, al CO2.

Otros, entre los que me incluyo, no vemos en esta figura motivo de inquietud. Primero, porque es mejor que suba, que que baje. Segundo, porque la subida de fondo es muy modesta, en contra de lo que se nos quiere hacer creer. Y tercero, porque no existe ninguna tendencia a que la pendiente aumente catastróficament, sino que, a la vista de lo ocurrido en los últimos años, cabe plantearse que quizás vayamos a entrar en un período semejante al de 1945-1975, en el cual la temperaura media global se estancó en su subida (iniciada a principios del siglo XX) y bajó algo. Ya veremos.