Dentro de los miles de floripondios y variopintos proyectos del Plan Zapatero de hace un par de años, se aprobó en mi ciudad, San Sebastián, por 130.000 euros, uno consistente en instalar cinco sensores fijos de CO2 . Se colocaron un par de ellos en parques y otros en calles de la ciudad.
La demonización del CO2 no habría llegado a los extremos que ha llegado sin las frases insidiosas, colocadas de rondón cuando se escribe o se habla del cambio climático y de la contaminación, de que el CO2 no sólo produce un cambio catastrófico en el clima sino que es también un gas contaminante, cuyas emisiones, cuanto más lejos, mejor.
Arriba pongo la gráfica de su evolución en dos sensores, uno colocado en una calle con tráfico, y otro en un parque, desde el 11 de Octubre del 2010 hasta el 30 de Junio del 2011.
Hay grandes oscilaciones diarias pero, como era de esperar, no hay diferencia significativa entre los dos lugares.
ref. sensornetCO2Donostia