15 abril 2007

La banquisa de la Antártida no disminuye.


Una franja de hielo marino, que se expande en invierno y se encoge en verano, rodea la Antártida. Cada invierno la extensión máxima alcanza los 15 millones de kilómetros cuadrados (30 veces la superficie de España) y cada verano se descongela casi por completo. No ha sido fácil hasta ahora encontrar la figura que he puesto arriba. Desde hace pocos días se puede encontrar en internet. La publica la Universidad de Illinois, con los datos oficiales del área de hielo.

Es una gráfica quebrada, con los picos de arriba, que indican los máximos anuales, y los picos de abajo, que indican los mínimos.

Lo que se observa es obvio. Que no hay una disminución del hielo, y que, en contra de lo que ocurre en el Artico, incluso parece percibirse una ligera tendencia al aumento.

¿Como casa esto con la homogeneidad interhemisférica del aumento del considerado máximo culpable, el CO2?

Pues mal, fatal. Pero la estrategia de silencio y ruido, promovida por la ciencia subvencionada, lo disimula.

fuente: Cryosphere