03 septiembre 2007

Vendo carbón


No he visto nunca anuncios de carbón. No tiene necesidad del viento de la publicidad.

El carbón se lleva el 40% del pastel de la producción eléctrica global. Leo en Science que su participación va a ir en aumento en Estados Unidos: del 48% hoy al 55% esperado en el 2030. En China, en donde se construyen dos centrales térmicas de carbón por semana, supone el 80% de la fuente de electricidad y en la India el 70%. En Alemania, el 50% de la electricidad se obtiene del carbón y en España sigue siendo, con el 30%, la fuente abastecedora principal.

El carbón es abundante, hay reservas para siglos y está bien repartido. Si su precio no lo sube la ONU con la ayuda del IPCC, el carbón seguirá siendo por muchas décadas y a nivel global la fuente más barata de electricidad.

Su talón de Aquiles es que la utilización del carbón como fuente eléctrica supone nada menos que el 30% de las emisiones antrópicas de CO2. Esto es más que el CO2 producido por todo el transporte global. Por eso todos los negocios energéticos de fuentes diferentes, con la intención de llevarse más del "mix" (es decir, del pastel), le atacan, vía CO2, culpándole de los horrores del cambio climático.

Quizás tengan que buscar otros talones porque ya, ingenieros poco habladores, se las ingenian para poder recogerlo antes de que salga a la atmósfera. Ese CO2 recogido se guarda o se vende. Leo en ese artículo de Science que de una central térmica de carbón de Estados Unidos proviene casi todo el CO2 de las burbujas de las cocacolas que se toman los americanos.

Mientras, ganando tiempo a la competencia y a la subida inexorable del mar, que a mí ya me llega por las rodillas, los principales países exportadores, Australia, Indonesia, Rusia, Suráfrica, China, Colombia (más que café) ..., ponen piedritas en el Kioto 2.

ref.: "Making dirty coal plants cleaner", Science, 13 July 2007
World Coal Institute