La combustión a baja temperatura, la oxidación imperfecta del carbono, produce monóxido de carbono, CO, en vez de dióxido de carbono CO2, que sería lo bueno, lo perfecto. Uno es tóxico y el otro no. Durante años a los periodistas les ha importado un bledo confundirlos. El mal ya está hecho. Ahora, he de reconocerlo, ponen un poco más de cuidado en distinguirlos.
Pongo arriba un mapa de la concentración en el pasado Agosto del monóxido de carbono, CO, según el satélite Aqua. Incendios provocados por diferentes razones en bosques de Siberia, el Congo y el Amazonas, marcan las zonas de máximos.
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