Mientras nos congelamos, los mamoones de izquierda y derecha de Europilla occidental siguen empeñados en continuar la nefasta política ecologista de descarbonización de la energía, con el supuesto objetivo de que el mundo no se achicharre por culpa de las emisiones de CO2.
Las emisiones de CO2 de Europilla occidental (Gran Bretaña y Francia, esencialmente) son relativamente muy pequeñas en el cómputo de emisiones global, pero los mamoones que dirigen esos países creen que su política de reducción va a servir de ejemplo al mundo entero y que además van a nuclearizar, eolizar y solarizar el globo a partir de su propio ombligo. Pues no parece.
Por eso me he alegrado cuando he leído que un distinguido mamoon, el Ministro de Energía y Cambio Climático del Reino Unido, Chris Huhne, ha tenido que dimitir por hacer la trampa en el 2003 de endosarle unos puntos perdidos del carnet de conducir a la que era entonces su mujer.
Ocasión de perlas para que David Cameron hubiese cambiado ese ridículo nombre al Ministerio. Pero no. Su sucesor ha prometido más lucha contra el Calor Climático, más renovables, más descarbonización y millones de empleos verdes más.
Al ministro dimitido le pueden caer por mentir a la policía hasta dos años de cárcel. O el destierro a Siberia, a elegir.