Un escándalo nuevo sobre la pelea climática ha ocupado estos días la sección medioambiental de la prensa americana. Un fanático científico del establishment medioambientalista, Peter Gleick, ha confesado haber utilizado un nombre falso, el de un miembro de la dirección del Instituto Heartland, para con excusas falsas obtener documentos que, aunque de secretos no tenían nada, le sirvieron para confeccionar un panfleto y escandalizar a unos cuantos escandalizables.
Me aburre un poco contarlo de nuevo, aunque he seguido divertido el tema y además me afecta un poco pues a petición de Fred Singer participé en la revisión y en alguna corrección del primer informe del NIPCC , que se cita en el caso. Hay un resumen muy bueno del asunto en Libertad Digital escrito hoy por Daniel Rodríguez Herrera aquí :