El programa del Partido Republicano para las próximas elecciones a presidente de Estados Unidos defiende categóricamente al carbón como fuente de energía en el presente y en el futuro.
Esto es una traducción de lo que en él se dice :
"La abundancia energética de nuestra nación.
El carbón es una fuente abundante de energía de bajo coste y con recursos para cientos de años. Confiamos que el sector privado desarrolle nuevas y renovadas plantas que quemen carbón a bajo coste y que sean eficientes y responsables con el medio ambiente. Animamos también a la investigación y al desarrollo de avanzadas tecnologías de licuación y gasificación del carbón (…)
La actual administración, —que públicamente amenazó con llevar a la bancarrota a cualquiera que construyese una central térmica de carbón— parece determinada a terminar con la producción de carbón en los Estados Unidos, incluso aunque no haya un sustituto rentable para ello o para los cientos de miles de empleos que se perderían, al ser el carbón la mayor fuente de generación eléctrica (…)
Acabaremos con la guerra contra el carbón de la EPA (Agencia del Medio Ambiente) y animaremos en todas las regiones un desarrollo cada vez más seguro de los recursos nacionales de carbón, de los empleos que produce y de la energía fiable que aporta a América. Además nos opondremos a cualquier legislación de cap and trade (comercio de emisiones de CO2)"
Por el contrario, en el programa del Partido Demócrata tan sólo se menciona una vez al carbón y escoltado por el adjetivo "clean", limpio, sin que se sepa a qué se refieren ("clean coal", ¿limpio de CO2?). Eso sí, hay toda una parrafada destinada a mostrar la preocupación por el cambio climático. No hace falta que la traduzca porque ya ustedes se la imaginan.
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