Recuerdo que antes de los juegos olímpicos de Pekín de Agosto del 2008 la prensa occidental, especialmente la francesa, se regodeaba pronosticando que la contaminación podía impedir que se corriese la prueba reina, el maratón, dejando así los juegos de los "pobres" chinos en evidencia. Pero los chinos se las arreglaron para que sí se pudiese correr la prueba y el maratón se corrió y un keniano ganó y no sólo ganó sino que también batió el record olímpico*. No debía ser tan insano el aire.
La falta de complejos "descarbonizadores" le permite a China construir nuevas plantas de carbón que sustituyen a las más anticuadas y más contaminantes. El mejor índice de su dominio en la tecnología del carbón es la espectacular reducción de las emisiones de SO2 durante estos últimos años.
* Sammy Wanjiru, que en paz descanse, pues murió el año pasado al caer, o tirarse, desde el balcón de su casa en Kenia tras un lío doméstico, o de amores.
Z. Lu and D. G. Streets,