Primeros ministros noruego y ruso acuerdan la explotación del Mar de Barents
Noruega no pertenece, por referendum, a la Unión Europea, pero sí esta ligada al comercio común europeo de cuotas de emisión de CO2. Son demasiado ricos y votaron NO a su pertenencia a Europa. Pero dijeron que sí al club europeo de compraventa de emisiones (European Union Emissions Trading Scheme). Se les otorgó una cuota y, ahora, al revés que España, emite menos de lo otorgado y vende el sobrante en el mercado europeo de emisiones por valor de cientos de millones de euros. Así que por su gas y petróleo cobran dos veces.
La riqueza de Noruega proviene del gas y del petróleo que exportan. Que pagan y queman otros. No obstante, dicen estar altamente preocupados por el calentamiento global provocado por las emisiones de CO2 y tienen planes muy ambiciosos para reducirlas. Fueron ellos, su "comité de sabios", los que le dieron el Premio Nobel de la Paz a Al Gore y al IPCC (el Premio Nobel de la Hipocresía, hubiera sido lo correcto).
Los periódicos europeos armaron gran escándalo cuando se debatía en Estados Unidos la posibilidad de perforar en el Artico, frente a las costas de Alaska, en busca de gas y de petróleo. Pero ni siquiera informan del gran tratado noruego-ruso, ya en marcha, de perforar en el Mar de Barents y de las grandes obras que, tanto en la costa como en los fondos de ese mar ártico, se llevan a cabo.