• El dióxido de carbono atmosférico (CO2) es un gas de suave efecto invernadero que ejerce un calentamiento, el cual disminuye progresivamente a medida que su concentración aumenta.
• La duplicación de la concentración atmosférica de CO2 desde su nivel pre-industrial, en ausencia de otros forzamientos y de retroalimentaciones, causaría probablemente un calentamiento entre 0,3 y 1,1ºC, la mitad del cual ya debe haberse realizado.
• Unas décimas de grado de calentamiento adicional, si esto ocurriese, no supondría entrar en una crisis climática.
• Los resultados de los modelos publicados en sucesivos informes del IPCC desde 1990 preveen que una duplicación del CO2 podría causar un calentamiento de hasta 6ºC hacia el 2100. Sin embargo, el calentamiento global cesó hacia finales del siglo XX y fue seguido (desde 1997) por 16 años de temperatura estable.
• Durante el reciente tiempo geológico, la temperatura de la Tierra ha fluctuado entre +4ºC y -6ºC con respecto a la temperatura del siglo XX. Un calentamiento de 2ºC por encima de la temperatura actual, si se diese, entraría dentro de los límites de la variabilidad natural.
• Aunque un futuro calentamiento de 2ºC causaría según la geografía respuestas ecológicas variadas, no existen evidencias de que esos cambios tendrían un efecto neto perjudicial para el medio ambiente global o para el bienestar humano.
• Con el nivel actual de unas 400 ppm todavía vivimos en un mundo hambriento de CO2. Niveles de concentración atmosférica 15 veces superiores a éste se dieron en el período Cámbrico (alrededor de hace 500 millones de años) sin efectos adversos conocidos.
• El calentamiento total habido desde aproximadamente 1860 corresponde a la recuperación de las temperaturas bajas de la Pequeña Edad de Hielo, modulado por ciclos naturales causados por las oscilaciones oceánico-atmosféricas, o por variaciones solares con las periodicidades de de Vries (de unos 208 años), de Gleissberg (de unos 80 años) y otras más cortas.
• La Tierra no se ha calentado significativamente durante los últimos 16 años a pesar de haber habido un incremento de un 8% en la concentración de CO2, lo que representa un 34% de todo el extra de CO2 añadido a la atmósfera desde el comienzo de la revolución industrial.
• El CO2 es un nutriente vital utilizado por las plantas en la fotosíntesis. El incremento del CO2 en la atmósfera “reverdece” el planeta y ayuda a que se alimente la creciente población humana.
• No existe una estrecha correlación entre la variación de la temperatura durante los pasados 150 años y las emisiones humanas de CO2. El paralelismo entre el incremento de la temperatura y el del CO2 durante el período 1980-2000 podría ser debido al azar y no necesariamente indica causalidad.
• Las causas del calentamiento global histórico son aún inciertas, pero existen correlaciones significativas entre el devenir climático y las variaciones multidecadales y la actividad solar durante los últimos cientos de años.
•Las proyecciones futuras de los ciclos solares implican que las próximas décadas pueden estar marcadas por un enfriamiento más que por un calentamiento, a pesar de que continúen las emisiones de CO2.
Fuente: “Sumario Ejecutivo”, el Cambio Climático Reconsiderado II:
Ciencia Física (Chicago, IL: The Heartland Institute, 2013).