30 abril 2011

Destino del carbono



De las mediciones directas de la concentración de CO2 en el aire se deduce que, en la actualidad, el carbono en la atmósfera aumenta de media unos 4 PgC al año. Sin embargo, las emisiones antrópicas de carbono superan los 9 PgC. Por lo tanto, menos del 50 % del carbono emitido artificialmente es retenido en la atmósfera. Parte de lo que falta pasa al mar, en donde nutre al plancton. Otra parte del carbono pasa a la biomasa continental, que, a pesar de la deforestación tropical, en su cómputo global está aumentando.

*Pg (Petagramo) = 1015 gramos = Gt (Gigatonelada) = mil millones de toneladas.


hay 1 PgC en 3,7 Pg de CO2


1 ppm en la concentración atmosférica de CO2 = 2,12 Petagramos de carbono (PgC) = 7,84 PgCO2



26 abril 2011

Aumenta el fitoplancton

El incremento del CO2 en el aire es sólo la mitad más o menos de lo que se emite. El CO2 que falta es absorbido y fijado en la fotosíntesis realizada tanto por las plantas continentales como por las algas marinas.

La biomasa del fitoplancton, esto es, de las microscópicas algas marinas, está aumentando. Así se deduce de un reciente y breve artículo en Nature, que pone en cuestión otro publicado hace un año y que decía lo contrario. Aquel artículo alarmista e incoherente, exagerado y aireado por los medios de comunicación ("Los océanos están perdiendo un 1% de fitoplancton al año por el calentamiento" se titulaba el firmado por Alicia Rivera en El País), es rebatido en éste, que seguramente no será reseñado.

23 abril 2011

Sin mucho cambio

Andalucía según la clasificación de Köppen (C: clima templado; B: Clima seco)

La Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, acaba de publicar un atlas climático de la Península Ibérica basado en el período de observaciones 1971-2000. El atlas se abre con un mapa de los climas de España según la clasificación climática de Köppen creada en 1900 y modificada ligeramente en 1936. La clasificación de Köppen delimita las zonas climáticas atendiendo a las variables de la temperatura y de las precipitaciones, tanto en sus valores medios como en su evolución a lo largo de las estaciones del año. Cada clima se define con tres letras y cada una de ellas indica una particularidad.

La mayor parte del territorio peninsular tiene un clima que en la clasificación de Köppen comienza con la letra C, lo cual significa que fundamentalmente se trata de un clima templado (Cf : sin estación seca; Cs : con estación seca en verano) . Una extensión importante de España tiene, sin embargo, como primera letra la B, lo cual significa que la característica principal del clima de esa zona es su sequedad, y puede ser estepario (BS) o desértico (BW).

Otro atlas anterior, el Atlas Nacional de España, que se puede consultar por internet, también muestra, como el actual de AEMET, un mapa de la clasificación climática del país. Es menos detallado pero sigue las mismas normas de clasificación. Toma como base para hacer la clasificación climática, los años del periodo 1956-1985. Comparando los dos mapas no se aprecian cambios muy significativos. No obstante, la zona de clima estepario o desértico, es decir, la zona con climas de tipo B, parece haber disminuído en Andalucía, a pesar que desde hace años nos vienen alarmando con lo contrario, con que el desierto africano avanza ya por el sur de España. La comparación de estos mapas climáticos muestra que no es verdad.


17 abril 2011

¿Quién teme al CO2 ?


Durante la primera década de este siglo XXI, la disminución de los incendios, las plantaciones de nuevos árboles, el buen clima y la absorción y fijación de más CO2 han permitido que en España la superficie forestal haya aumentado espectacularmente. En el conjunto de Europa ha ocurrido lo mismo.

Según la FAO, durante estos diez años la superficie de los bosques españoles aumentó en más de cien mil hectáreas anuales, cien mil campos de fútbol. La voz dominante desde hace décadas es la contraria, la del discurso negativo: demasiados incendios por culpa del calor que trae el cambio climático, desecación de los suelos por la falta de humedad y aumento de la contaminación atmosférica. Todo ello por culpa de las emisiones de CO2, derivadas del uso de combustibles fósiles, de gas, de petróleo, de carbón. En realidad, la prevención física y la acción policial y judicial ha logrado que los incendios de los bosques, casi todos provocados por pirómanos, hayan disminuído. El buen clima ha hecho que las lluvias hayan sido suficientes para mantener los bosques sanos y el incremento del CO2 no ha supuesto un aumento de la contaminación del aire sino que, por el contrario, ha dado una oportunidad a la vegetación para que la fotosíntesis haya funcionado con mayor eficacia e intensidad.

Según el Centro de Investigación Forestal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) los árboles de España fijan cada año 87 millones de toneladas de CO2. Eso supone que se quedan con el 23,4% del total de emisiones anuales que se producen en España. Ese carbono que absorben y no devuelven en la respiración, engrosa la masa forestal y la vida orgánica vegetal. ¿Quién teme al CO2 ? Los bosques españoles, desde luego, no.

ref. :

14 abril 2011

Deconstrucción de la subida en mapas

Continuando con el post anterior, pongo abajo los mapas del cambio de temperatura lineal en cada uno de los cuatro períodos en los que he dividido los últimos 100 años.

1. Calentamiento entre 1910 y 1945. El incremento del CO2 fue de tan sólo 10 ppm. Destaca el fuerte calentamiento del Artico. Se suele atribuir, por comodidad, la mayor parte del calentamiento al incremento de la radiación solar:


Período 1910-1945. Cambio de temperatura según la tendencia lineal

...

2. Luego ocurrió un período, entre 1945 y 1976, de estancamiento de la temperatura media global, pero de claro enfriamiento en la mayor parte del hemisferio norte. El CO2, no obstante, aumentó en 30 ppm. La contradicción de la teoría oficial es salvada por los modelistas aduciendo que el enfriamiento fue debido a la abundancia de las emisiones de SO2 , que enfriaron la atmósfera del Hemisferio Norte más de lo que la calentó el incremento del CO2. No se lo creen ni ellos.

Período 1945-1976. Cambio de temperatura según la tendencia lineal.

...

3. En 1976 se reanudó el calentamiento y duró hasta 1998, cuando hubo un fuerte episodio deEl Niño en el Pacífico. Es interesante anotar que en este período de calentamiento global gran parte de Groenlandia y de la Antártida, paradójicamente, se enfriaron. El mayor calentamiento se produjo en Siberia Oriental.
Período 1976-1998. Cambio de temperatura según la tendencia lineal

...

4. En el período reciente 1998-2010 la temperatura media global ni ha subido ni ha bajado. Lo más destacable es la subida térmica en el Artico, al igual que ocurrió en el primer período de calentamiento. Europa, Estados Unidos y China se han enfriado algo.

Período 1998-2010. Cambio de temperatura según la tendencia lineal


ref.: GISS


13 abril 2011

Deconstrucción de la subida


En los últimos 100 años la temperatura media global ha subido aproximadamente 1ºC, que es, para que se hagan una idea de lo tremendo, la mitad de la diferencia que hay entre la temperatura anual de Burgos y la de Valladolid.

La concentración de CO2 ha aumentado unas 90 ppm (partes por millón) del aire, que es más o menos como si a 20 kilogramos de arroz añadimos 90 granitos de arroz (en un kg de arroz hay unos 50.000 arroces; en 20 saquitos de 1 kg hay 1 millón).

Deconstruyendo la gráfica de arriba en cuatro partes se ve que hubo un primer período de subida térmica (1911-1945) que no puede ser atribuída al incremento del CO2 (10 granitos solamente). Luego vino un período largo de treinta años de parón en la subida (1945-1976) en el que, sin embargo, el incremento de CO2 fue superior (20 granitos). Finalmente ocurrió una nueva subida térmica (1976-1998) con más arroz (34 granitos), que dejó de subir hace unos trece años (1998-2011) a pesar de que hemos seguido arrojando un poco más de CO2 (26 granitos).

En definitiva y para resumir, la paella lleva arroz y, según qué le pongas, con unos pocos granitos de más sigue estando buena.








11 abril 2011

Lluvia peninsular, igual o algo mejor



Se ha publicado un estudio estadístico de las precipitaciones diarias en la Península Ibérica desde el año 1903 hasta el 2003. Al final resulta que, considerando todo el siglo, apenas ha ocurrido nada especial y, si ha ocurrido algo, es lo contrario de lo que describen los ecologistas y vaticinan los modelos del IPCC.

En la Península Ibérica la cantidad media de lluvia durante el siglo XX se mantuvo igual (ver figura arriba) y el número total de días de lluvia aumentó. En coherencia con esto último, las secuencias más largas de días secos disminuyeron, excepto en la costa de Portugal y el Golfo de Cádiz. Los eventos de lluvia se volvieron menos intensos, pues en la mayor parte de la península aumentaron los días de lluvia ligera.

Desde hace años domina la idea inventada según la cual llueve menos y, cuando llueve, llueve con más peligro e intensidad. Este estudio viene a decir más bien que durante el siglo XX fueron los días de lluvias débiles los que aumentaron y no los de lluvia moderada o fuerte. Se sugiere, citando otros trabajos, que quizás se debió a modificaciones del uso del suelo y, en concreto, a los pantanos construidos durante ese siglo, aunque este estudio no entra a valorar las causas, ni dice sí ni no.

El trabajo de varios autores, en el que es primera firmante la doctora María Cruz Gallego de la Universidad de Extremadura, ha sido publicado en el Journal of Geophysical Research. Ha requerido probablemente un enorme trabajo de análisis de la calidad de los datos, de digitalización, de corrección y de homogeneización de las series. Abarca nada menos que un siglo de precipitaciones en la Península Ibérica. Pero como con un resultado tan poco estridente no se puede llamar a filas contra el Cambio Climático, los periódicos han pasado de él. Quizás alguna breve columnita en alguna página y olvídense ...


Trends in frequency indices of daily precipitation over the Iberian Peninsula during the last century, M.C. Gallego et al., Journal of Geophysical Research, 2011

08 abril 2011

Submarinos en el Polo Norte


En la foto de arriba se ve a tres submarinos atómicos americanos que emergieron simultáneamente en el Polo Norte geográfico el 6 de mayo de 1986. Hay una serie de fotos de aquel evento en la web de imágenes de la Marina americana. Sobre este tema ya escribí en otro post (co2: Marineros en el Polo).

El hielo marino del Artico tiene y ha tenido siempre un escaso espesor, de dos o tres metros solamente, y pueden aparecer grandes calvas en la época veraniega incluso en el mismo Polo Norte. La foto es de hace 25 años y todavía era Mayo. El hielo del Artico llega a su mínimo de extensión y espesor en Septiembre.

Y no pasa nada malo, nada malo en absoluto, por mucho que se escandalicen y se den golpes de pecho algunos periodistas de medio ambiente que debieron suspender Geografía o que, por ser jóvenes, pasaron por la escuela cuando ya no existía esa asignatura, sustituída por Ecología, Cambio Climático y Conocimiento del Ombligo.

06 abril 2011

Un anuncio raro


Un anuncio raro, sin atorrantes molinos de viento, que el otro día vi en la edición europea de la revista Time. Es de Statoil, la compañía noruega del gas y del petróleo.

Hace años, los promotores de las centrales térmicas de gas natural, que competían en Europa con las centrales de carbón, pusieron el acento en declararse modernas, limpias y ecológicas y contribuyeron impetuosas a la creación del mito del CO2. Lograron que el público no se enterase demasiado que la combustión de metano (o sea, de gas natural) también produce una considerable cantidad de CO2 (menos que el carbón, pero bastante: unos 400 g de CO2 por kWh producido con gas, frente a unos 800 g de CO2 por kWh producido con carbón).

Quizás ahora su competidor en Europa ya no sea el carbón, bastante maltratado ya, y tratan de sacar partido frente a las incertidumbres y carestía de la eólica y los horrores de la nuclear. El texto del anuncio recalca que el gas natural es una fuente de electricidad disponible y en la que se puede confiar.

Estoy convencido que en muy poco tiempo la publicidad sería capaz de dar un giro de 180 grados a la percepción pública sobre el CO2 y el cambio climático. De nefasto a benéfico. En muy poco tiempo. Tengo varias ideas. Contrátenme.




05 abril 2011

Desastres sin CO2

Inundaciones en China en 1931

En Noviembre de 1970 el ciclón tropical Bhola arrasó Bangladesh, todavía entonces dependiente de Pakistán, y causó más de 300.000 muertos. Las enormes olas que arrasaron la costa fueron más mortíferas que el propio viento. Algunos de ustedes recordarán el desastre y el gran concierto musical en ayuda a las víctimas que organizaron George Harrison y el bengalí Ravi Shankar en Nueva York. Entonces no se hablaba de CO2, ni de “calentamiento global”. Al revés, entre los climatólogos se discutía la posibilidad de una nueva glaciación, ya que el clima desde mediados de los años 40 se había enfriado un poco y fue entonces cuando esta tragedia ocurrió.

Pero el fenómeno meteorológico que más número de muertes produjo en el siglo XX no fue ése, sino las inundaciones de China en 1931 tras el desbordamiento de varios de sus ríos más importantes. Aunque la cifra de la población era bastante más baja que la actual, el agua causó el ahogamiento de cientos de miles de personas y arruinó a 30 millones de campesinos. Por entonces las emisiones globales de CO2 eran muy inferiores a las de hoy.

Aquella década fue nefasta. Al otro lado del Pacífico, una larga sequía, que duró de 1930 a 1936, “el Dust Bowl”, azotó amplias zonas de los Estados Unidos, provocando desplazamientos en masa hacia California y una importante crisis económica.

Dos décadas más tarde, Europa quedó consternada cuando el 1 de febrero de 1953 el empuje de una tormenta en el Mar del Norte elevó el mar casi 6 metros, rompiendo los diques de Holanda e inundando el 70% de aquel país. Hubo más de un millar de muertos y tremendas pérdidas de ganado.

Y estos desastres climáticos ocurrieron antes de que se pudiera culpar de todo al CO2.


04 abril 2011

A 14.000 pies


Desde el año 2002 el satélite Aqua mide día a día la temperatura media global de la atmósfera. Por gentileza de la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH) cualquier persona puede consultar diariamente su evolución por internet. Los datos se refieren a la troposfera media y señalan la temperatura a unos 14.000 pies (4.267 metros de altitud). No es por nada que en esa unversidad trabajan la pareja de "escépticos" John Christy y Roy Spencer, que no ven en la evolución térmica del planeta motivo de preocupación. Los datos ahí están.

A esa altura la temperatura media del aire es en esta época del año de unos 21ºC bajo cero y hoy está bastante por debajo de la media de los últimos diez años. Durante los últimos meses la temperatura media global (en rojo) ha estado y sigue estando bastante por debajo de la media del período de las mediciones (en naranja). Durante los próximos meses la temperatura aumentará porque el hemisferio norte se calentará más de lo que se enfriará el hemisferio sur, pero la temperatura media probablemente seguirá estando durante varios meses, debido a la inercia de La Niña, por debajo de la media del período de observaciones.

Para hacer la consulta entren en Discover , a la izquierda pinchen en "temperature trends" y luego ya verán ustedes lo que hay que hacer.