09 diciembre 2007

Agujero de ozono, temporada 2007


Estos días se cierra el agujero de ozono, como todos los años. Como todos los años, la prensa no se entera.

La gran mayoría, periodistas y políticos incluídos, tienen una idea tan difusa sobre lo que es el "agujero del ozono" que no saben que es un fenómeno de temporada. En realidad, en sentido linguístico estricto, el agujero de la capa de ozono no existe, porque ni hay "capa", ni hay "agujero".

El término "capa" sugiere que a una cierta altura de la atmósfera existe un nivel de ozono concentrado que cubre y protege la Tierra, a la manera de un cielo que estuviese encapotado por un fino estrato nuboso. Lo cierto es que el ozono no está concentrado en un estrato, ni tampoco, por lo tanto, está situado a una altitud específica, sino que es un gas escaso que está muy diluído en el aire y que, además, se esparce desde el suelo hasta más allá de la estratosfera, es decir, en un espesor atmosférico de varias decenas de kilómetros.

Es un gas tan escaso —no constituye ni siquiera una parte por millón de los gases de la atmósfera— que, si lo separásemos y atrajésemos a ras de tierra tendría solamente 3 milímetros de grosor, el canto de una moneda. Es cierto que en algunos niveles hay más ozono que en otros pero en ninguna altura llega a representar el 0,001% del volumen del aire.

Aún más equívoco resulta el término "agujero de ozono" de la Antártida. Si no existe una "capa", ¿cómo va a existir "un agujero en la capa"? En realidad, cuando los científicos hablan de "agujero" se refieren a una disminución del ozono. Se suele tomar como umbral la cantidad 220 unidades dobson de ozono (que equivalen a 2,2 milímetros) sumando lo que hay en la columna total de aire sobre la Antártida. En este sentido la extensión del agujero suele alcanzar en su momento álgido, durante el mes de septiembre, unos 25 millones de km2 (unas cincuenta veces la superficie de España).

En la figura de arriba se muestra (en rombos negros) la evolución del área durante este año. Muy normal: dentro siempre de la zona gris (área de oscilación 1990-2001). El año pasado (la línea roja) su extensión fue superior y rebasó en varios meses la zona gris.

La formación del "agujero", es decir, la disminución temporal del ozono (de Agosto a Diciembre) se produce cuando los rayos solares primaverales actúan sobre ciertos compuestos químicos clorados que se forman previamente en las nubes estratosféricas polares durante el frío invierno austral. Ultimamente algunos experimentos de laboratorio, aún sin confirmar, de los que hasta Nature ha tomado nota, muestran que el cloro puede que tenga mucha menor importancia de la que se ha creído hasta ahora.

referencias:

TOMS/NASA
A. Uriarte, 1995, "Ozono, la catástrofe que no llega", ed. Tercera Prensa
Schiermeier Q., 2007, Chemists poke holes in ozone theory, Nature, 27 Sep 2007