Que la actividad ciclónica tropical ha aumentado por culpa de las emisiones de CO2 es más un topicazo indemostrable que una evidencia. Acaba ahora la temporada de los ciclones tropicales en el hemisferio norte. A pesar de la mala suerte de los cubanos, no ha habido una actividad muy importante.
La administración meteorológica y oceanográfica de los Estados Unidos, la NOAA, utiliza un indice denominado ACE (Accumulated Cyclone Energy) para determinar la mayor o menor intensidad de cada mes y cada año. El índice tiene en cuenta el número, la intensidad y la duración de los ciclones.
Como se ve en la figura, estos últimos años la actividad en el hemisferio norte ha disminuido. También ha sucedido así a escala global.