De las pocas cosas que recuerdo de mi niñez, me acuerdo de una emocionante excursión del colegio que hicimos desde San Sebastián hasta Lacq, en Francia, cerca de Pau, para visitar las instalaciones de extracción de gas.
Danielle Mitterrand, la viuda legal del presidente Mitterrand, prefirió ayer manifestarse ante el Parlamento sobre este asunto antes que asistir a ninguno de los numerosos homenajes que se celebraron en Francia en recuerdo de la histórica victoria electoral de la izquierda hace 30 años. Dijo Danielle : "Il faut éradiquer complètement l'exploitation des gaz de schiste. On ne va pas encore traumatiser la Terre qui déjà n'en peut plus de nous supporter". Semejante ñoñez no la voy a traducir.
Mientras tanto Polonia, a imitación de Ucrania, y siguiendo el ejemplo americano (el del norte, Estados Unidos, y el del sur, Argentina) se apresta a explotar yacimientos que le librarán de la dependencia de los rusos de Gazprom.