Las emisiones per cápita en Estados Unidos han bajado desde la revolución del
fracking, o
shale gas.
Se espera que sigan bajando hasta el 2040.
Estados Unidos, a diferencia de Europa, no entró en el timo del Protocolo de Kioto. Simplemente lo que ha ocurrido allí es que el gas natural, cuya producción y consumo ha aumentado considerablemente, emite menos CO2 que el carbón por kWh producido (unos 800 gramos, el carbón; unos 400 gramos, el gas).
En Europa, por el contrario, el uso del carbón y las emisiones de CO2 han aumentado en los dos últimos años, debido a los altos precios del gas.