Estos días, con un desbordante entusiasmo que afecta a los nobles, al clero y al pueblo, todo el mundo se apunta a la Cruzada contra el impío CO2. Lo habrán ustedes visto en las televisiones y los periódicos.
La cosa es que la concentración del CO2 en el aire ha pasado en un siglo de un 0,030%
a un 0,037% y esta subida del 0,007% en tan solo un siglo nos lleva inexorablemente al achicharramiento climático y a la catástrofe planetaria.
No hace falta ni demostrarlo. No más escepticismo, no más cinismo e inmoralidad, no más discusión.
El último que no se olvide de apagar la luz.