Evolución del metano en Mauna Loa
Estoy a favor del fracking y aún más en mi país, en donde creo que hubiese podido ser —si el ecologismo no se hubiese instalado de forma tan absoluta—, un factor importante de desarrollo económico.
Pero creo que hay que ir con la verdad por delante y no tratar de ocultar el repunte hacia arriba de la concentración atmosférica global de metano en los cinco últimos años, que probablemente se debe a los escapes de gas de los miles de pozos perforados recientemente en los Estados Unidos
Los datos del observatorio de Mauna Loa, Hawai, pueden servir de referencia a la evolución de su concentración a escala global, tal y como ya sirven para reflejar la subida de la concentración global de CO2.
Las mediciones muestran una evolución irregular en las últimas décadas. La concentración que aumentaba en las primeras décadas de mediciones fue inexplicablemente dejando de hacerlo y durante la primera mitad de la primera década de este siglo dejó totalmente de incrementarse. Hablé aquí hace cinco años de ello (co2: El metano que se cae). Entonces los que mentían eran los ecologistas y adláteres diciendo que el metano estaba aumentando, cuando en realidad los datos mostraban que su concentración estaba estancada. Sin embargo, hace unos cinco años comenzó a aumentar de nuevo y es difícil no relacionar este incremento con la actividad del fracking (aunque puede haber también otras fuentes, como el de las nuevas minas de carbón, por ejemplo).
A algunos les asustará este aumento. Sin embargo, el incremento de su forzamiento radiativo — su efecto de calentamiento— es muy escaso y en la temperatura global no se ha notado. Se puede observar en esta gráfica del incremento de los forzamientos atribuidos a diferentes gases invernadero publicada por el ahora menos alarmista Jim Hansen, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales
Incremento de los forzamientos de gases invernadero (en watios por metro cuadrado y año)
CO2 y CH4 estaciones; ESRL Global Monitoring Division - Data Visualization